31 enero 2007

Loyola: "El trabajo hecho"
























CE propone abrir 5 grandes ejes transporte para comercio con ...(leer más)
Terra España - Spain
El objetivo del grupo que presidió Loyola de Palacio y cuyas conclusiones fueron entregadas a la CE a finales de 2005 era identificar 'un número limitado de ...

Dos hermanas extraordinarias

Palacio subraya importancia continuidad y sentido Estado en ...(leer más)
Terra España -
También recordó a Loyola de Palacio, fallecida el pasado mes de diciembre, y aseguró que ambas hermanas han 'hecho mucho por España y mucho por Europa'. ...
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Ana Palacio descubre su cuadro en el Ministerio de Asuntos Exteriores.

30 enero 2007

En memoria de Doña Loyola de Palacio en Bruselas

NOTA

Sta. Misa en memoria de Dña. Loyola de Palacio

Una Misa en memoria de Loyola de Palacio, miembro del Grupo Popular Europeo y Vicepresidenta de la Comisión Europea en la pasada legislatura, tendrá lugar el próximo miércoles 31 de Enero de 2007, a las 13:15 horas, en la Iglesia de Nuestra Señora, en el Sablon, Bruselas.



NOTE

Memorial Service for Loyola de Palacio

A Mass for the repose of the soul of Ms Loyola de Palacio, a former Member of the Group and a former Vice President of the European Commission, will be celebrated on Wednesday, 31 January 2007, at 13.15 hours at the Eglise de Notre Dame au Sablon, Brussels.


NOTE

Une messe en commémoration de Loyola de Palacio

Une Messe en commémoration de Loyola de Palacio, ancienne Membre du Groupe et ancienne Vice Présidente de la Commission Européenne, sera célébrée mercredi le 31 janvier 2007, à 13.15 heures, á l'Eglise de Notre Dame au Sablon, Bruxelles.

29 enero 2007

En Bruselas


Políticos UE homenajearán De Palacio próximo miércoles en funeral ...(leer más)
Terra España -
Autoridades y políticos de la UE rendirán homenaje a la ex vicepresidenta de la Comisión Europea Loyola de Palacio, fallecida el pasado 13 de diciembre, ...

28 enero 2007

Otro reconocimiento


Los premios Isabel Ferrer 2007 conceden a la ex ministra Loyola de Palacio una mención de honor a título póstumo. La Generalidad de Cataluña ha concedido este domingo los premios Isabel Ferrer 2007, otorgados a aquellas personas e instituciones que se han distinguido por su labor a favor de la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres.
La consejera de Bienestar Social dijo de Loyola de Palacio que es "un ejemplo de mujer íntegra, luchadora y activa en la vida política y social de nuestro país".

leer más: Fuente-Libertad Digital

Loyola (por Félix Soria)

Loyola, la roca dulce

15/12/2006

FÉLIX SORIA

CONOCER a Loyola de Palacio, política honesta donde las haya, es como entrar en una singular escuela de tolerancia en la que la maestra mantiene a machamartillo sus tesis pero, al tiempo, te emplaza a pensar y opinar. Tuve el placer de vivir con ella horas y horas de negociaciones agro-pesqueras -ella como ministra y yo como simple corresponsal en Bruselas- y sé, sin sombra de duda, que España pierde una servidora pública ejemplar y una persona dulcemente rigurosa. Cosa esta nada fácil en política.

http://www.lavozdegalicia.es/buscavoz/ver_resultado.jsp?TEXTO=5372222&lnk=LOYOLA,PALACIO

27 enero 2007

La UE homenajeará a Loyola de Palacio el próximo miércoles


Políticos UE homenajearán De Palacio próximo miércoles en funeral ...
Terra España -
Autoridades y políticos de la UE rendirán homenaje a la ex vicepresidenta de la Comisión Europea Loyola de Palacio, fallecida el pasado 13 de diciembre, ...

26 enero 2007

Messe á la mémoire de Mme. Loyola de Palacio

Une messe à la mémoire de Mme. Loyola de Palacio, ancienne Vice-Présidente de la Commission européenne, aura lieu le mercredi 31 janvier à 13h15 en l'Eglise Notre Dame du Sablon, (Rue Bodenbroeck Nº6), en présence du Président Barroso, de M. Pöttering et de Mme. Ana Palacio.

Venecia, la ciudad favorita de Loyola


Berta Fernández

ENCUENTRO EN VENECIA

La penúltima vez que ví a Loyola de Palacio fue en Venecia. Era una noche lluviosa de finales de marzo. Faltaban apenas unos minutos para las doce de la noche cuando entró apresurada en una cafetería de la Via XXII de Marzo, a escasos metros de la Plaza de San Marcos y del Teatro La Fenice, con la esperanza de que aún le sirvieran algo para cenar a pesar de lo avanzada de la hora.

Acaba de llegar de Roma, de una reunión del PP europeo o algo así, y, con una cosa y otra, apenas había tenido tiempo de probar bocado en todo el día. Se tomó un sandwich caliente y hablamos durante un buen rato sobre la campaña electoral italiana por aquellos días en su recta final, de la situación en el PP, de si volvería a la primera línea de la política nacional cuando concluyera su trabajo en Bruselas, del País Vasco (se había rumoreado su posible desembarco en la política vasca), de Venecia...

Tres meses después nos encontramos en Madrid. Intenté convencerla para que me concediera una entrevista. "Llámame después del verano y hablamos". No tuve ocasión de volver a hablar con ella. Un cáncer se interpuso su camino y se adueñó de su cuerpo a velocidad de vértigo.

Confieso que al enterarme de su muerte, sentí un tremendo escalofrío. Recordé nuestro encuentro casual en Venecia nueve meses atrás; recordé a aquella figura, un tanto desgarbada, enfundada en una ancha gabardina y con una pesada cartera de ejecutiva en la mano, que se disponía a descansar unas horas porque por la mañana tenía una reunión de trabajo, pero quería sacar tiempo, antes de regresar a Bruselas, para darse una vuelta por la Academia, como hacía casi siempre que visitaba la ciudad de los canales.

Loyola de Palacio, al contrario que muchos otros políticos, no tenía pelos en la lengua a la hora de decir lo que pensaba. Y lo hacía en voz alta, como bien saben los dirigentes y sus compañeros de partido, incluso cuando su "candidato" a sustituir a José María Aznar al frente del PP perdió frente al ganador Mariano Rajoy.

"La única batalla que no se gana es la que no se da", solía decir esta mujer que desde muy joven se entregó en cuerpo y alma a la política, con tanto entusiasmo, trabajo y esfuerzo como terquedad. Su última batalla fue contra el cáncer. Plantó cara y luchó contra la enfermedad, pero ésta fue más fuerte. Descanse en paz Loyola de Palacio.

http://www.tramiteparlamentario.com/content/view/1870/6/

25 enero 2007

Loyola de Palacio, Ministra de Agricultura


LOYOLA DE PALACIO MINISTRA DE AGRICULTURA


El viernes tres de mayo de 1996, al jurar su cargo de Ministra de Agricultura, Pesca y Alimentación ante el Rey Don Juan Carlos y el Presidente del Gobierno Don José Maria Aznar, Loyola de Palacio se convirtió en la primera mujer en España al frente de este Departamento.

Como hoy reconocen la mayor parte de los funcionarios que estuvieron a sus órdenes, durante los tres años que permaneció al frente del Ministerio de Agricultura, revolucionó la forma de trabajar, intensa y sin descanso, y las propias estructuras del sector agrario español. Al cabo, nunca jamás ha estado nadie al frente de este Departamento con tanto “peso político” dentro del Gobierno, y consecuentemente del Consejo de Ministros, como Loyola de Palacio. Y nadie, salvo quizá Jaime Lamo de Espinosa, en mi opinión, tuvo como Loyola tal empuje, coraje y dedicación absoluta al sector agrario de nuestro país. Fue su decisión desde el principio y así nos lo transmitía a los hombres y mujeres de su equipo: “Vamos a poner este Ministerio de moda”. ¡Y vaya si lo hizo!

Loyola quería, y así lo declaraba desde las primeras entrevistas de los medios de comunicación al llegar a su despacho, que el mundo rural alcanzara un protagonismo destacado dentro del conjunto de la sociedad española, en consonancia con lo que dicho mundo representa en nuestra economía, cultura y tradiciones.

Una de sus frases predilectas, que repetía a menudo en las reuniones de trabajo que todos los lunes mantenía con su equipo directivo, definía perfectamente cual iba ser la estrategia para conseguir su objetivo: “la única batalla que no se gana, es la que no se da”.

Yo fui testigo, a lo largo de los dos años que estuve al frente de su Gabinete, de las numerosas reuniones en Bruselas en las que, después de conseguir a altas horas de la madrugada prácticamente todo lo que se había propuesto en defensa de los agricultores y ganaderos españoles, todavía seguía negociando, aprovechando el cansancio de sus oponentes, para conseguir el añadido de unos pocos euros, unas hectáreas añadidas o un número de cabezas de ganado más con derecho a subvenciones comunitarias.

Y hay que reconocer que Loyola de Palacio logró su objetivo, y lo hizo ya a los pocos meses de su llegada al Ministerio de Agricultura. Recuerdo la movilización que logró, de toda la sociedad española, fuerzas políticas incluidas, en defensa de nuestro aceite de oliva, frente a las propuestas de Bruselas; y sus “enfrentamientos”, en defensa de nuestro sector agrario, con el Comisario de Agricultura de la UE, Franz Fischler.

De la “batalla por el aceite” recuerdo que Loyola se trajo a los ministros europeos de Agricultura y a todos los embajadores de la Unión Europea, y los paseó por Córdoba, Jaén y Granada, sumergiéndolos en el “mar de olivos”, haciéndoles disfrutar los desayunos molineros y vivir la realidad de unas gentes que veían amenazado su medio de vida con la reforma pretendida por la Comisión Europea. El seguimiento que los medios de comunicación hicieron de los esfuerzos de aquella Ministra tenaz, luchadora e inasequible al desaliento, la concienciación de la sociedad española sobre el aceite de oliva supuso una promoción, a nivel nacional e internacional, para nuestro oro líquido, que no habría dinero en el mundo para pagar a precio de publicidad.

Gracias al trabajo, dedicación y espíritu de lucha que tuvo durante los tres años (de mayo de 1996 a mayo de 1999) que estuvo al frente del sector agrario español, y de la colaboración entusiasta de los funcionarios que trabajaron con ella, se consiguieron ver realizadas la mayor parte de las reivindicaciones del sector agrario español, como se puede comprobar, entre otros muchos, con los datos siguientes:

1º. La ayuda comunitaria directa a la renta de nuestros agricultores y ganaderos en 1999, ascendió a 5.470 millones de euros, un 40% mas que en 1996.
2º. La ayuda comunitaria a la modernización de las estructuras agrarias y pesqueras, a las industrias agroalimentarias y a la política de desarrollo rural alcanzó 1.115 millones de euros, el 68% mas que en 1996.
3º. Como consecuencia de la buena negociación del paquete agrario de la Agenda 2000, se obtuvo otros 600 millones de euros adicionales anuales.
4º. En seguros agrarios de 1996 a1999, se incrementaron los capitales asegurados en el 57% y las subvenciones destinadas a las pólizas contratadas, en el 51% (141 millones de euros en 1999 frente a 93 millones en 1996).
5º. En las producciones agrarias destacan:
a) En aceite de oliva se incrementó la Cantidad Nacional Garantizada en el 21,5%, llegando a 760.000 toneladas.
b) Se consiguen por primera vez, subvenciones para la aceituna de mesa.
c) Los derechos de plantación del viñedo aumentaron en 17.355 has.
d) Se corrigió al alza el rendimiento histórico medio de los cultivos herbáceos (de 2,64t/ha 2,90t/ha, lo que supuso un incremento de 2.346.000 toneladas).
e) Incremento en el nivel de las ayudas al sector del plátano en el 8%.
f) Ampliación de 603.674 a 713.999, las cabezas de terneros con derecho a prima comunitaria.
g) Incremento de la prima anual por vaca nodriza desde 145 euros por cabeza a 330 euros.
h) Establecimiento de una nueva prima al sacrificio de bovinos machos, vacas y novillas.
i) Incremento de 550.000 toneladas (10%) en la cuota Láctea asignada a España por la Unión Europea, corrigiéndose con ello la pésima situación existente desde 1986.


Pero más allá de la frialdad de los datos, lo que Loyola de Palacio significó para el sector agrario español lo definen algunos hechos que, de no recordarlos, parecerían meras anécdotas. Como su intervención para conseguir que ni un solo camión español cargado con frutas y hortalizas, volviera a ser atacado en las carreteras francesas. Negoció insistentemente con las autoridades comunitarias y francesas, para que tomaran cartas en el asunto; convenció a los afectados en el único ataque que se produjo durante su estancia en el Ministerio, para que renunciaran a las indemnizaciones que voluntariamente pagaban las organizaciones francesas, al objeto de que pudieran reclamar judicialmente ante la justicia del país vecino (se consiguió que juzgaran y condenaran a los culpables en dicho ataque).

O como su gestión para que, en la reforma de la PAC, España fuera uno de los pocos beneficiarios netos. O la sucesiva consecución de mayores cotas de cuóta láctea, que cada año, tras una negociación fratricida del Gobierno anterior, suponía cientos de millones de pesetas de multa. O los éxitos que, a finales de diciembre, siempre de madrugada, daban oxígeno a nuestra flota pesquera, en las negociaciones de TAC’s y cuotas.

Loyola se fue demasiado pronto de todo: del Ministerio, de la Comisión Europea, de los puestos de responsabilidad directa en el PP; pero, sobre todo de la vida. Me quedo con lo que dicen, todavía hoy, muchos agricultores y ganaderos españoles, que dan las gracias a Loyola por lo que hizo por nuestro sector agrario, ganadero, pesquero y alimentario durante los tres años que estuvo al frente del Ministerio. Y lo ilustro con una anécdota: fue a visitar, tras la batalla por el aceite de oliva, un pueblo extremeño, Villarrubio de la Serena; el alcalde, socialista, se volcó por supuesto con ella. Pero hizo más: dio fiesta en la escuela para que los niños pudieran salir a conocerla y saludarla. Loyola disfrutó como lo hacía siempre que pisaba cualquier pueblo de la geografía española, un medio rural que acabó convirtiéndose, más allá de las mullidas alfombras de los despachos oficiales, en su medio natural. Un entorno en el que hoy ya nos falta.




Francisco José Simón Vila
Ingeniero Agrónomo.
Licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales.

24 enero 2007

LOYOLA: RECONOCIMIENTO DE TODA UNA VIDA DEDICADA A LA POLÍTICA

Mañana jueves a partir de las 19:00 horas, la Sala de Columnas del Congreso de los Diputados de Madrid será el escenario de la entrega de los V Premios Trámite Parlamentario y Municipal a las mejores iniciativas políticas presentadas en 2006 en las Cortes Generales, Parlamento Europeo, Comunidades Autónomas y Corporaciones Locales,

Fuera de concurso, el jurado ha decidido otorgar, por unanimidad, un Premio Honorífico a toda su trayectoria política a la ex-ministra de Agricultura y Vicepresidenta de la Comisión Europea Loyola de Palacio, recientemente fallecida. Recogerá el premio su hermana, y también ex ministra, Ana Palacio.

Leer más: Europa Press
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Una vida dedicada a la política, a España y a Europa.

Loyola de Palacio (por Cristina Tavío)


Cristina Tavío

14-I-07

Loyola de Palacio

La única batalla que se pierde es la que no se da. Loyola de Palacio.

Hoy hace apenas un mes que Loyola de Palacio nos dejó. Yo tuve ocasión de conocerla bien, de conocer su energía y las ganas que tenía de seguir viviendo y lamento, como todos, su pérdida. Estoy segura de que a ella, todo un ejemplo de ilusión y amor al trabajo, le hubiera gustado que aprendiéramos de todo el bagaje que nos ha dejado. Debemos reconfortarnos en lo bueno del gran ejemplo que nos dejó.

Lo he sentido especialmente pues admiraba y seguiré admirando siempre a esta gran mujer. Tuve el gran honor de trabajar muy cerca de Loyola en Bruselas hasta el año 1997, durante el tiempo en que estuve en el Parlamento Europeo. A mi vuelta volvimos a coincidir cuando ella era ministra de Agricultura y yo tuve responsabilidades en el mismo departamento en el Gobierno de Canarias.

Nunca lo olvidaré, la primera llamada que tuve al incorporarme a mi puesto de Jefa de Gabinete fue personalmente de ella, de la Ministra para ofrecerme su ayuda, para ponerse a disposición de todo el campo y la pesca de las Islas.

Loyola era de las personas que disfrutaba resolviendo problemas por difíciles que éstos parecieran. Así lo demostró en tres vertientes de su actividad: como ministra de Agricultura, como vicepresidenta y comisaria de la Unión Europea y como pionera en la incorporación de la mujer a la vida política.

En su posición al frente del Ministerio de Agricultura fue una firme defensora de los intereses agrícolas y pesqueros españoles, tanto dentro como fuera de nuestro país, y recordada es su posición beligerante frente al comisario europeo Franz Fischler, cuando pretendió dar un tijeretazo a las ayudas a la producción de aceite de oliva.

Loyola llegó a encabezar manifestaciones y se tomó este reto como algo personal, y les aseguro que predicaba con el ejemplo. En las comidas oficiales con sus colegas europeos, y en las comidas y desayunos públicos en que participaba no dudaba en pedir un poco de aceite de oliva para empapar un trozo de pan añadiendo “esto es buenísimo para el colesterol”.

También el Archipiélago conoce bien su trabajo a favor de los intereses de los productores de plátano. En aquel tiempo se situó al lado de Gabriel Mato, por entonces consejero de Agricultura del Gobierno de Canarias, y una noche, después de arduas negociaciones en las que se fajaba como una jabata, a eso de las dos de la madrugada en Luxemburgo, consiguió que se incrementara la ayuda compensatoria del plátano.

Aquella madrugada, Loyola, personalmente, cuando ya había ganado la batalla ante el Consejo de Ministros, nos confesó que aquel éxito podía no servir de nada pues en el mercado el precio seguía estando en manos de los distribuidores que preferirían comercializar la banana dólar ya que las multinacionales americanas tenían una política comercial más agresiva.

Su miedo era que aquel gran acuerdo pudiera irse al traste si no conseguíamos comprometer a los plataneros en incentivar a los distribuidores a comercializar plátano canario frente a la banana dólar. Y fue ella quién, aquella noche, se comprometió a explicar en la Palma los peligros de aquella nueva OCM. Y cumplió.

Nunca olvidaré cuando, en su visita a La Palma, paramos a saludar a unos cazadores y bajo el asombro de todos le quito la piel a un conejo como el más ducho de todos los batidores de ésta isla. Loyola de Palacio fue siempre una defensora de los intereses del campo canario, en especial de las producciones de tomate y plátano y de la pesca.

En su segunda gran faceta, como vicepresidenta de la UE y comisaria de Transportes y Energía, logró grandes avances en la estrategia de establecer una política de cielo europeo para el transporte aéreo. Tras el desastre del Prestige, intentó aumentar la seguridad en el transporte marítimo en Europa, lo cual no logró debido a las reticencias de los países con grandes intereses en marina mercante.

Hablamos de la española que más alto ha llegado en el escalafón comunitario: la segunda autoridad de la Unión Europea. Porque Loyola de Palacio fue una pionera, una gran mujer del Partido Popular, emblema de nuestra incorporación activa a la política española, que supo pujar por los puestos de responsabilidad en condiciones de igualdad con los hombres, siempre gracias a su valía personal y no porque le reservaran puestos.

Una persona comprometida a fondo con los ciudadanos, de ideas claras, respetuosa y firme en sus principios. Comprometida y defensora del País Vasco y todo un ejemplo para las mujeres que nos dedicamos a la política, más allá de la formación política en la que militemos.

Pero ella era del Partido Popular, protagonista en primera fila de la oposición al felipismo y de la primera generación de populares españoles que consiguieron después ganarse la confianza de los ciudadanos y gobernar España desde una opción de centro y reformista.

Quiero agradecerte, Loyola, la gran herencia y ejemplo que suponen tu perseverancia, honradez, seriedad y tesón al servicio de nuestra sociedad. Me comprometo a que tu gran recuerdo quede vivo como el mejor ejemplo a las nuevas generaciones, con la que siempre tan comprometida estuviste, como un gran ejemplo de cómo se debe ser y estar en política.

Y finalizo con uno de tus más hermosos y certeros consejos: El trabajo es el mejor instrumento para alcanzar las metas que nos propongamos.

Gracias Loyola, gracias.

http://www.offcanarias.com/o/2827/

23 enero 2007

Se relanza el proyecto Galileo: Otro de los trabajos de Loyola de Palacio


El programa de navegación europeo por satélite "Galileo", competidor del GPS estadunidense, será relanzado este año, anunció hoy el director general de la Agencia Espacial Europea (ESA, por su sigla en inglés), Jean-Jacques Dordain.
La República Popular China (RPC) es, desde el 9 de octubre de 2004, el primer país no europeo que participa en el programa Galileo, tras la firma del acuerdo en Pekín por la, en ese momento, vicepresidenta de la Comisión Europea, Loyola de Palacio.
Leer más: el porvenir.com
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22 enero 2007

Un premio para Loyola y su familia


V Edición :: Premios 2006
La entrega del galardón tendrá lugar el próximo 25 de enero a las 19:00 horas en la Sala de Columnas del Congreso de los Diputados.

PREMIO HONORÍFICO EN RECONOCIMIENTO A SU TRAYECTORIA POLÍTICA

Se acuerda unánimemente otorgar el premio a Loyola de Palacio del Valle Lersundi.

Leer más: tramiteparlamentario.com

Carta a Loyola de Palacio


Tribuna libre - El Correo Gallego
Carta póstuma a Loyola de Palacio
16.12.2006


POR CÁSTOR GAGO

Querida Loyola:

Dudo si esta carta llegará a su final porque no quiero que sea de ese estilo de obituario corriente que no iría con tu forma de ser.

En este mes precisamente hace nueve años que te conocí siendo ministra de Agricultura y me impresionó tu fuerte personalidad, tu capacidad de trabajo y tu agudeza intelectual para encontrar solución a las grandes dificultades de tu gestión diaria.

Con el paso del tiempo fui corroborando aquella primera impresión y viendo en ti un claro ejemplo de tenacidad, honradez y sacrificio por la causa común.

Fuiste y eres para mí el prototipo de la persona (digo persona y no mujer porque no necesitaste de ningún cupo para hacerte con espacio propio en este difícil mundo) que se dedica a la rex pública, renunciando a una vida personal que pudiera incluso serte bastante más gratificante.

Viviste intensamente tu etapa política. Probablemente ni la sociedad ni tu propio partido estuvimos a tu altura a la hora de tu pase "a la reserva activa", como me comentaste en Silleda que denominabas a esta última etapa en la que no ejerciste cargos institucionales.

Permíteme que te recuerde la única vez que me hiciste esperar en mis frecuentes visitas al Ministerio. Era un viernes de invierno y habías quedado el día anterior en recibirme a las diez de la mañana. Llegué con antelación porque tu puntualidad era mayor que la que atribuyen a los británicos. Tu secretaria me dijo al llegar que la ministra se retrasaría, situación inédita pero posible. Llegaste tres horas más tarde.

Habías salido para Berlín a las cinco de la mañana a cerrar con el ministro alemán unos flecos favorables para España de la Organización Común de Mercado del vino; a las doce estabas de vuelta con el objetivo cumplido.

Tu sencillez y tu ansia de superación te impedían hacer alarde de los éxitos que alcanzabas. "Esto está conseguido, pasemos a otro asunto", te oí con frecuencia.

Se suele decir de las personas que "ostentan" tal o cual cargo; tú nunca ostentaste, siempre ejerciste sin el más mínimo atisbo de autocomplacencia. Podrían criticar tu sencillez externa aquellas personas que sólo te conocían por la apariencia; la insultante belleza de tu alma no necesitaba ornatos.

Te fuiste de primera línea institucional en silencio; sin rencores, con agradecimientos y con la sana voluntad de seguir ayudando a tu país y a tu partido.

Ganaste muchas batallas políticas, pero nunca pediste botín de guerra. Creo que incluso le ganaste la batalla al cáncer que no fue capaz de borrarte la sonrisa ni de cambiarte tu comportamiento. Sólo perdiste la inexorable batalla de la muerte y lo hiciste con la dignidad y valor que te caracterizaba.

Siendo madrileña de nacimiento y con ascendencia vasca fuiste gallega de corazón y ejerciste como tal en los momentos que esta tierra te necesitó.

Galicia y yo estamos en deuda contigo.

Mientras tú ejerciste como ministra, Galicia siempre tuvo un plus afectivo en los repartos nacionales . ¡Cuánto te eché de menos en el reparto de cuota láctea! Conocías en profundidad la problemática del agro gallego y nos aportaste grandes luces, lejos de paternalismos, para encontrar las soluciones más eficaces.

Dios sabrá agradecerte lo que los humanos no supimos.

http://www.elcorreogallego.es/index.php?idMenu=130&idNoticia=115174

21 enero 2007

Tu gente


In Memoriam

El campo español lamenta la muerte de Loyola de Palacio

El pasado 13 de diciembre recibimos un nuevo revés del destino, se nos fue Loyola de Palacio, una extraordinaria política y una bellísima persona. Su muerte deja huérfano a todo el campo español, pues Loyola de Palacio ha sido la única gobernante de toda la democracia que ha hecho de la agricultura cuestión de Estado. El Comité Ejecutivo de ASAJA-Sevilla y estamos seguros que todos los socios y todas las personas de bien lamentamos profundamente esta pérdida.

El campo español pierde a su mejor valedora. Desde Madrid, desde Bruselas o dónde quiera que estuviera Loyola de Palacio defendió con todas las armas que tuvo en su mano al sector agrario español y transmitió siempre una imagen moderna e innovadora de la agricultura española.

En 1998, cuando era titular del Ministerio del Agricultura, lideró la defensa del olivar español en Bruselas y consiguió unir a todo el sector (organizaciones agrarias, cooperativas e industrias) e incluso a toda la sociedad civil en una lucha que, gracias a su tesón, su carisma y su personalidad, trascendió el sector agrario y se convirtió en una batalla de todos los españoles.

Desde ASAJA lamentamos profundamente su pérdida y la recordamos como una mujer luchadora y tenaz que llegó profesionalmente a lo más alto y, en el terreno personal, se ganó el respeto y el afecto de todos quienes la tratamos.

“Tierra y Vida”, Revista Informativa profesional de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores de Sevilla. Diciembre 2006. Nº 342

20 enero 2007

Artículo escrito por Doña Loyola de Palacio


http://www.eumedia.es/user/articulo.php?id=261

En Portada. Núm 344, 15 de diciembre de 2006

"Tres apasionantes años al servicio del campo español"

A continuación reproducimos el artículo que Loyola de Palacio remitió en diciembre de 2004 a Vida Rural en el especial que realizamos para celebrar el 200 número de nuestra revista. En este texto, Loyola de Palacio repasa los tres años (1996-1999) en los que estuvo al frente del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.

LOYOLA DE PALACIO Y DELVALLE LECHURDI

Cuando José María Aznar, a comienzos del mes de mayo de 1996, me encargó el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, pensé que se me presentaban unos retos difíciles de conseguir, pero a la vez apasionantes:

• Defender a "capa y espada" a nuestro sector agrario en el seno de la Unión Europea e intentar la renegociación de las condiciones de entrada al Mercado Común.

• Traer al sector agrario al centro del debate político y social, salvándole del olvido y el silencio en el que languidecía y así conseguir una solidaridad del conjunto de la sociedad española con el sector.

• Impulsar la modernización del sector y la articulación entre producción, industria de transformación y comercialización.

En los tres años que tuve el honor de estar al frente de este Departamento, de mayo de 1996 a mayo de 1999, creo que conseguí superar en gran medida estos retos y alcanzar los objetivos que junto con mis colaboradores habíamos marcado.

En relación con los fondos destinados por la Unión Europea al sector agrario español, tengo que señalar que en el año 1999, el conjunto de los agricultores y ganaderos españoles recibieron alrededor de 6.600 millones de euros (cerca de 1,1 billones de ptas.) del FEOGA Garantía y del FEOGA Orientación, frente a 4.600 millones de euros (760.000 millones de ptas.) percibidos en 1996, lo que supone un incremento de cerca del 45 % en únicamente esos tres años. Además de ello, y como consecuencia de la negociación del paquete agrario de la Agenda 2000, se obtuvieron de la UE, en los siguientes años, otros 600 millones de euros anuales (100.000 millones de ptas.).

Estos importantes incrementos en las ayudas comunitarias percibidas por los agricultores y ganaderos se lograron gracias al duro e intenso trabajo realizado en cada una de las negociaciones tenidas como consecuencia de las reformas de las distintas OCM y de la Agenda 2000, lo que permitió un reequilibrio de la situación del campo español terminando con años de injusticia.

No fue fácil, hubo que negociar a varias bandas, establecer alianzas, contemplar la diversidad europea en su conjunto y obtener al final ventajas netas para España y a la vez para otros países.

Así por ejemplo, nada más llegar, en las negociaciones de la reforma de la OCM de frutas y hortalizas logramos paralizar la propuesta de la Comisión Europea, perjudicial para nuestros intereses, gracias a la minoría de bloqueo lograda con Portugal, Francia y Alemania, aprobándose otra propuesta mucho mas favorable para España y en donde se consiguieron importantes incrementos de los Fondos Europeos destinados a Programas Operativos en este sector y consiguiendo también incrementar el nivel de ayudas para nuestro plátano de Canarias.

En paralelo, conseguimos también sacar adelante el llamado Reglamento "fresas" (en razón a los ataques de agricultores franceses a los camiones españoles que desde Lepe y otras zonas transportaban este producto) que obliga a los países miembros a tomar las medidas pertinentes para garantizar la libre circulación de bienes dentro del Mercado Interior bajo pena de multas en su caso. Los resultados de esta regulación se han revelado enormemente positivos a lo largo de estos años donde los incidentes se han convertido en excepcionales. Recuerdo que me estrené en mi primer Consejo de Agricultura dándole una caja de deliciosas fresas a mi colega francés.

Significativos fueron los éxitos logrados en la reforma de la OCM del sector del aceite de oliva, básica para la totalidad de las provincias andaluzas y de amplias comarcas de Extremadura, Castilla-La Mancha, Aragón, Cataluña, Valencia y otras CC.AA. y que además consiguió la solidaridad de la práctica totalidad de nuestros compatriotas que siguieron día a día la que podemos denominar "batalla del aceite" a lo largo de casi dos años de trabajo. Conseguimos, caso único, que la Comisión retirara su propuesta que era muy negativa para España y que apenas consideraba 700 millones de euros para nuestro país. Para lograrlo trajimos a la casi totalidad de los Ministros de Agricultura comunitarios, así como al propio comisario Franz Fischler y a los embajadores de esos países, visitando las distintas provincias de Andalucía, para que comprobaran sobre el terreno la realidad del monocultivo del olivar en tantas y tantas comarcas de nuestra geografía. La movilización unánime de todo el sector agrario español, por no decir de la sociedad en su conjunto en defensa de nuestro olivar, fue clave.

Gracias a todo ello, se logró incrementar la Cantidad Nacional Ga r a n t i z a d a , l l e g a n d o a l a s 760.000 toneladas y unas ayudas anuales garantizadas de 1.030 millones de euros (170.000 millones de ptas.). Asimismo se consiguió que a partir de 1999 se apoye a la aceituna de mesa española.

En otros sectores podríamos señalar el del vino, donde pasamos del drama de 200.000 hectáreas arrancadas en la época socialista a una apuesta por la reestructuración y reconversión del viñedo por la calidad, la comercialización y la competitividad. Así obtuvimos 17.355 hectáreas de nuevos derechos de plantaciones y fondos europeos por un importe de 130 millones de euros (21.600 millones de ptas.) que afectan a unas 40.000 hectáreas anuales, en el periodo 2000-2006.

En herbáceos se corrigieron al alza el rendimiento medio de dichos cultivos, desde 2,64 t/ha a 2,90 t/ha, lo que supuso un incremento de 2.346.000 t, que implicaron unos ingresos adicionales para nuestros agricultores de 180 millones de euros anuales (30.000 millones de ptas.).

En vacuno se ampliaron las cabezas con derecho a primas de 603.674 a 713.999 y las ayudas totales para este sector se incrementaron desde los 420 millones de euros a 745 millones de euros anuales.

A su vez en el sector lácteo se consiguió una antigua y persistente petición de todos los ganaderos como fue incrementar la cuota láctea asignada a España en 550.000 t anuales.

Por no hablar del sector de la avellana y los frutos secos, de los espárragos, del algodón, el tabaco o la peste porcina, en los que se resolvieron varias crisis y afianzaron apoyos; o el impulso a nuestra industria agroalimentaria, el respaldo a su modernización y su proyección exterior.

También hay que señalar que en ese periodo de tres años se incrementaron los capitales asegurados en las distintas líneas de seguros agrarios en el 57%, al tiempo que las subvenciones a dichos seguros se aumentaron el 51%, alcanzando en 1999 los 140 millones de euros, al tiempo que se suscribieron en dicho año más de 330.000 pólizas de seguros.

Recordar que en ese tiempo se elaboró el Plan Nacional de Regadíos, contemplándose que durante su ejecución (hasta el año 2008) se transformarán en regadío mas de 217.000 ha de secano, al tiempo que se modernizarán 1.100.000 ha de regadíos ya existentes con una inversión de unos 5.000 millones de euros.

Quiero terminar afirmando una vez más que aquellos 3 años intensos de mi vida me han marcado de una forma indeleble y que hoy cuando circulo por los campos no puedo por menos que observar como viene la siembra, si la lluvia es oportuna, si la helada puede causar daños o el sol madura la cosecha. Todavía tengo presentes las caras, y muchas veces los nombres incluso, de agricultores, ganaderos, cooperativistas, pequeños industriales, de hombres y mujeres que me daban la fuerza necesaria para negociar, luchar y seguir adelante incluso cuando todo parecía imposible. Como vicepresidente responsable de Energía los he tenido en cuenta a la hora de hablar de energías renovables e impulsar la biomasa y los biocarburantes de común acuerdo con F. Fischler, a quien a lo largo de estos años he apoyado en las difíciles discusiones de la Comisión, siempre que se trataba de la defensa de la agricultura europea.

Creo que en cualquier caso conseguí algo esencial para el sector y es transmitir la relación necesaria entre el campo y la ciudad, la solidaridad vital que debe existir hacia nuestro sector agrario, que no es un sector como otro cualquiera, que es un negocio a la intemperie que depende de un imponderable como el clima pero que garantiza no sólo nuestra alimentación en productos sanos y de calidad sino también la estabilidad y la cohesión territorial; la conservación de costumbres, tradiciones y patrimonio; la lucha contra la desertización y la desertificación; el cuidado de nuestro paisaje y nuestra tierra de España.

18 enero 2007

The Times


The Times (January 18, 2007)

Loyola de Palacio

Spanish politician who helped shape European policy

Loyola de Palacio was one of the young pioneers of Spanish conservative politics and one of its first women to rise to high office.
A career politician who served as Agriculture Minister in the first Government led by the People’s Party (PP), she went on to become VicePresident of the European Commission and Commissioner of Transport and Energy.

Born in Madrid in 1950 into an aristocratic family with roots in the Basque country, she has three sisters and three brothers. Educated in the capital’s French Lycée, Loyola assumed the matriarchal role at the age of 22 when her mother Luisa died.
As a law student she developed a working relationship with Manuel Fraga who founded the Alianza Popular. She created the party’s youth wing, naming it New Generations.
In 1986 she was elected to the Spanish parliament’s Upper House, the Senate, to represent Segovia. Three years later she was elected as a deputy in the Cortes.
In 1996, when the PP took over the reins of government, Aznar made her his Agriculture Minister.
In 1999 Aznar asked her to lead the PP list of candidates for the European Parliament, and she was duly elected, and became a vice-president of the European Commission.
She was a prime mover behind the development of the Galileo global satellite navigation system, and after the oil spill off the Galician coast from the tanker Prestige in 2002 she introduced new maritime safety regulations. She left the Commission in 2004.
Like her sister Ana, who also served under Aznar as Foreign Minister, her politics were of the liberal wing of the PP. De Palacio was a keen mountaineer and sportswoman, and the first indications of her final illness came five months ago during a diving holiday.
Loyola de Palacio y del Valle Lersundi, politician, was born on September 16, 1950.

Loyola: Toda una obra para mostrar


Todo esto que pueden leer aquí, es sólo una pequeña parte del trabajo brillante que ha hecho Loyola de Palacio en la política.
Hoy les mostramos un poco de lo realizado en Europa tras largas jornadas de trabajo, reuniones, viajes, llamadas, .... . "El servicio a España no tenía fines de semana ni vacaciones"

Leer más: Europa

17 enero 2007

Comunicado oficial de la FEV


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HOMENAJE PÓSTUMO DE LA FEV
Loyola
de Palacio, la ministra del vino

El mundo del vino español, a través de la Federación Española del Vino (FEV), ha recordado y homenajeado en estos días navideños a Loyola de Palacio, recientemente fallecida, que fue la ministra que acabó con la discriminación del sector dentro del esquema de ayudas de la Unión Europea, que puso en marcha el trámite de la actual Ley del Vino y que, ya en la Comisión Europea, siguió defendiendo con eficacia los intereses del vino español, por el que se preocupó hasta sus últimas semanas de vida.

El comunicado oficial de la FEV es el siguiente:

"La Federación Española del Vino se une al dolor que estos días manifiesta la sociedad española por la muerte de la Excma. Sra.Loyola de Palacio y del Valle Lersundi.


En el periodo 1996-1999, época en que fue ministra de Agricultura, Pesca y Alimentación, mantuvo un interés y un seguimiento muy personal de todos los problemas del sector del vino. Las negociaciones de la actual OCM en vigor fueron culminadas bajo su mandato, y conviene recordar que se partía de una situación muy injusta para España, fruto de los pactos de Dublín de 1985, que mantenían al sector vitivinícola español en agravio permanente frente a las producciones europeas. La OCM del Reglamento 1493/99 ha supuesto la reconversión de cientos de miles de hectáreas, y esto junto con el diseño de una destilación a la que se adaptó con agilidad el sector español, ha supuesto una media de 36% del presupuesto comunitario destinado a España cada año.

La ministra De Palacio recibió de su antecesor Luís Atienza la nominación del Secretario General de la FEV, Pau Roca a Director de la Oficina Internacional del Vino (OIV). Loyola de Palacio apoyó sin reservas la candidatura española. La operación diplomática desplegada y el enfrentamiento de dos países miembros con planteamientos programáticos distintos supuso el inicio de una renovación de la OIV. La energía empleada por el Gobierno español en aquella operación ha dado sus frutos, mediante los cambios estatutarios y sobre todo de gestión, como se proponía España. La Organización Internacional de la Viña y el Vino es actualmente una institución eficaz y adaptada a las necesidades del sector y es un organismo de referencia, como quería De Palacio.

Loyola de Palacio también abrió un debate amplio sobre la reforma del antiguo Estatuto de la Viña y del Vino de 1970. La complejidad del proyecto no le permitió culminar su reforma, pero se iniciaron fructíferas discusiones parlamentarias. El proceso se terminó en el Ministerio de Miguel Arias Cañete.

En su etapa como vicepresidenta de la Comisión siguió también atenta a las vicisitudes que vivía el sector del vino y siempre alzó la voz en el Colegio de Comisarios cuando se intentó poner de nuevo un impuesto al vino en 2003, cuando se cuestionó la legitimidad del sector en una comunicación sobre el alcohol en 2001, y en distintas ocasiones que se le pedía. En su etapa en la Comisión supo además rodearse de un magnífico gabinete, y de colaboradores de primer nivel profesional.

De regreso a España y a partir de 2005, siguió con interés las propuestas de reforma de la OCM del vino. Estando en Estados Unidos, adonde acudió por la enfermedad, se interesó por el progreso de los trabajos de la Comisión sobre la estrategia del alcohol, Comunicación que fue aprobada finalmente el pasado 24 de noviembre. En ella la Comisión Europea sostiene unas soluciones muy diferentes a la actual propuesta de Ley sobre el alcohol de la ministra Salgado.

Era una enamorada del vino y del aceite de oliva. Sus gustos le decantaban casi siempre por los grandes vinos clásicos y tradicionales. El pasado viernes, estando ella de cuerpo presente en Urrijate, y siguiendo su voluntad, se sirvió un muy buen vino de Rioja a quienes habían acudido, que bebieron silenciosamente antes de oír un sentido mensaje de Ana Palacio.

Loyola de Palacio, no ha sido solo la política de los grandes logros europeos como el sistema Galileo, el espacio aéreo o la política energética europea, sino que se interesó hasta el final sobre el viñedo, las cosechas y el mundo bodeguero. Y siempre defendió lo que significa el vino como cultivo, como cultura y como bebida saludable".

http://elmundovino.elmundo.es/elmundovino/noticia.html?vi_seccion=25&vs_fecha=200612&vs_noticia=1167040145

16 enero 2007

Poettering habla de Loyola

EPP-ED Group: Loyola de Palacio (1950-2006): A ...
In his tribute, Hans-Gert Poettering described Loyola de Palacio as "an ... The EPP-ED Group stood in silence to honour the memory of Loyola de Palacio. ...

Loyola Por Manuel Millán


Testimonio de Loyola.

Acaba de fallecer y tenía 56 años. Era la política encarnada en el puro compromiso, el vigor y el rigor de los principios, el eje vertical de los valores que configuran el ser de una personalidad única. Siento en el alma lo ocurrido a una mujer que reunía todas aquellas connotaciones que definen a un vasco de naturaleza, a un político de vocación. Me parecía a menudo una caña que el vendaval político de nuestra España huida podía doblegar sólo hasta cierto punto, ya que su verticalidad inalterable le permitía prescindir sólo de lo accidental, pero nunca el olvido de lo esencial. Loyola de Palacio fue la pura sustancia, la honestidad sin tapujo que a veces cuenta poco en el hacer de la política o en el compromiso de gobierno. Decir lo contrario sería negar a Loyola, la brava, la sólida, la consistente, la prudente. Ninguna renuncia en el compromiso.

La conocí desde los orígenes de Alianza Popular en los años 70, en la calle Silva de Madrid, jovencísima, entregada al trabajo que admiraba a todos por su temple de acero. A su lado no había lugar para los vacilantes, ni para aquellos que carecieran de una visión de España consistente. Peleé a su lado en múltiples batallas de partido; sentí su liderazgo en el Congreso de los Diputados; me asombró su coraje al confrontar su dialéctica parlamentaria en los años 90. Era una referencia entre quienes nos denominábamos familiarmente “patas negras” del PP. Rompía los esquemas, mujer brava y combativa, en todas las causas que emprendía. Nada se le resistió nunca, pues era ella la más consistente de todos nosotros, sin perseguir en momento alguno un liderazgo que le era simplemente connatural. Por eso la viví tan de cerca y comulgué con ella tantas ideas y tantos principios, tal vez hoy en desuso en un universo de profetas derrotados, de politiqueros sin alma, de buscadores de fortuna o de poder para hallar gratificación particular más que utilidad pública o bien común. Ciertamente eran estas nociones provenientes de un concepto cristiano de la existencia o de una visión humanista de la sociedad. Loyola era un paladín de todo ello, con un vigor proverbial capaz de dominar los peores tragos, como el que ahora le ha vencido para nuestra desgracia, o el desuso por parte del partido en que la dejaron vergonzosamente después de su brillante paso por Bruselas.

Con ese sentimiento de la vocación política inicié yo mi andadura en la Barcelona de 1970, fundando el Club Ágora, y después Reforma Democrática Española, y Reforma Democrática de Catalunya en 1975-76. Dejo para el trabajo de los historiadores lo que aquello significó, pero debo de consignar que desde esa orilla amanecieron no pocas iniciativas en Catalunya que posibilitaron la unión de esfuerzos con otros grupos políticos que se movían en la clandestinidad o el antifranquismo (UMD, Vázquez Montalbán, Jordi Pujol, Pèrich, Bofill, José Miguel Abad, Gutiérrez Díaz, Agustí de Semir, etc. etc.) De ahí surgió el famoso reto a la corrupción franquista en Barcelona (Barcelona, ¿dónde vas?, de Eduardo Moreno y F. Martí Jusmet) que cancelaría la carrera política del alcalde Porcioles y otras cosas más. Era un entendimiento reivindicativo de la ética como fundamento de la política. Tal vez un idealismo desaforado que serviría para nutrir de puentes a lo que fue, luego, la Transición.

Mi amiga Loyola entendió siempre ese ánimo puritano de nuestros afanes, que Manuel Fraga capitaneó, no sin arriesgar incomprensiones y calumnias, pues el sistema anterior había perdido su norte y la estimación justa de la realidad. Guardo todavía en mis archivos no pocas cartas acusatorias o incompatibles con la visión reformista que postulábamos. Se rompían muchos esquemas que se habían esclerotizado en los en los acomodaticios ciudadanos del final del franquismo. De ahí que, al escribir estas notas, me duela el alma, como a Miguel Hernández en la oda por su amigo muerto, la repentina desaparición de esta gran mujer que fue, un referente perenne en la historia del centro-derecha español de esa Democracia nacida de la Constitución de 1978. De ahí también que quiera reconocer públicamente su grandeza, su ejemplo, para quien la ética era el fundamento y la justificación del hacer político. Con este triste adiós rindo homenaje entrañable a mi compañera de alma, Loyola de Palacio, quien desde Houston (USA) me dijo por teléfono en el pasado octubre: “He llegado casi muerta, Manolo, pero lucharé hasta el final”. Su final llegó ya. Gracias, Loyola.

Manuel Milián Mestre.

15 enero 2007

LOYOLA por Jon Juaristi


Loyola
JON JUARISTI

HACE un siglo la habrían definido como una profesora de energía y esa fue la impresión que me dio en casa de Begoña Castellanos, en Las Arenas, cuando ambos supimos al instante que aquél era el comienzo de una buena amistad. Como escribe Claudio Magris, nos enamoramos genéricamente de nuestras coetáneas. Uno se casa con quien se casa, y la edad es ahí un factor secundario, pero con el tiempo va descubriendo que está indisolublemente unido desde el nacimiento a las mujeres de su generación, porque ellas son para nosotros el misterio eternamente insondable y la mitad del cielo.

Los vascos que veníamos de la izquierda descubrimos que podíamos ser amigos de nuestros convecinos de la derecha en el seno de la horda viril, y supongo que a ellas les pasó otro tanto en un ámbito exclusivamente femenino y, por efecto del Zeitgeist, obligadamente feminista. En mi caso fueron decisivos Germán Yanke y Jaime Mayor Oreja, por ejemplo, pero no se cerraría mi ciclo personal de reconciliación democrática hasta que me encontré con Loyola de Palacio.

Cuando, como tantos otros, tuve que irme de mi tierra natal, Loyola se empeñó en que siguiera ejerciendo de vasco en Madrid y me preparó un programa riguroso de inmersión cultural. No consiguió arrastrarme a las actividades teatrales en Euskal Etxea ni a las conferencias de la Sociedad Bascongada, pero me hizo acompañarla, el primer domingo de mi feliz exilio, al concierto del coro de Marquina en San Ignacio de los Vascos.

Creo que fue para ella una decepción que yo decidiera tomarme unas vacaciones étnicas permanentes y que declinara incluso su invitación a recibir el nuevo milenio en Urrijate, su casa familiar en el riñón de Vizcaya. Nacida en Madrid, Loyola quería al País Vasco con una pasión filial que sólo he percibido en otro vasco extremoso de esos a los que hay que permitir que nazcan donde les dé la gana, porque sin ellos lo mejor de la historia vasca contemporánea sería inexplicable: como Julio Caro Baroja, Loyola de Palacio descansa hoy bajo el suelo maternal que tanto y tan limpiamente amó, lejos de cualquier insensato exclusivismo.

Me miraba con reprobación cuando yo me reía del orgullo con que hablaba de su estirpe vasca o de su entusiasmo por la Salve Ederra o los toros de Azpeitia, pero en el vasquismo de Loyola no había nada de superficial. Era la suya una pasión reflexiva, alimentada de continuo por el ansia de comprender la tragedia de nuestro pequeño país sin renunciar a sus afectos ni a sus convicciones. Había en ella una honda fibra unamuniana que pensaba el sentimiento y sentía el pensamiento, y diré, de paso, que pocos han conocido la obra de Unamuno tan profundamente como Loyola. Sin embargo, con independencia de que sus preocupaciones intelectuales estuvieran marcadas por muchas y tempranas lecturas del escritor bilbaíno, su carácter estaba en las antípodas de la solemnidad circunspecta y deprimente de los unamunianos clónicos.

Se ha hablado mucho estos días de su valentía, de su entereza, de su enorme fuerza de voluntad, de su entrega al trabajo. Es cierto, pero si yo tuviera que destacar un rasgo de la personalidad de Loyola, mencionaría, sin dudarlo un segundo, su constante alegría, que manaba, irrefrenable y generosa, de un amor intenso al mundo: a su familia, a sus amigos, a su tierra y a la libertad. Un amor de raíz cristiana, por supuesto, pero -o quizá por eso mismo- también carnalmente volcado hacia la naturaleza. Conmovían los acentos con que describía sus labores de jardinera y horticultora en Urrijate o sus excursiones por la sierra de Grazalema, en el esplendor de la primavera. Todo en Loyola rebosaba energía, pero también gratitud y alabanza de la vida.


Algo de esa gratitud es la que me gustaría mostrar, más allá del dolor de estos días, a un destino que me concedió la suerte, el privilegio y, en definitiva, el lujo de la amistad de Loyola de Palacio. Que nuestra tierra vasca te sea leve, amiga querida e inolvidable.

http://santiagonzalez.blogspot.com/2006/12/agujeros-de-la-memoria-el-pas.html

14 enero 2007

An outstanding woman

EPP-ED Group: 14/12/2006 : Loyola de Palacio: Europe lost an ...(leer más)
This is what the Vice-President of the European Parliament Mario Mauro declared following the death of Mrs Loyola de Palacio, former Vice-President of the ...

Canción "cuando un amigo se va" - Alberto Cortez

CUANDO UN AMIGO SE VA
Cuando un amigo se va
queda un espacio vacío,
que no lo puede llenar
la llegada de otro amigo.

Cuando un amigo se va
queda un tizón encendido
que no se puede apagar
ni con las aguas de un río.

Cuando un amigo se va
una estrella se ha perdido,
la que ilumina el lugar
donde hay un niño dormido.

Cuando un amigo se va
se detienen los caminos
y se empieza a rebelar,
el duende manso del vino.

Cuando un amigo se va
galopando su destino,
empieza el alma a vibrar
porque se llena de frío.

Cuando un amigo se va
queda un terreno baldío
que quiere el tiempo llenar
con las piedras del hastío.

Cuando un amigo se va
se queda un árbol caído
que ya no vuelve a brotar
porque el viento lo ha vencido.

Cuando un amigo se va
queda un espacio vacío,
que no lo puede llenar
la llegada de otro amigo.

Autor: Alberto Cortez

13 enero 2007

LOYOLA Y GALICIA


FIRMAS
LOYOLA Y GALICIA




"Cuando tuvo que emplearse a fondo por su propia vida, insistía en que la batalla que no se da se pierde siempre". JOAQUÍN DOMÍNGUEZ PEREIRA

Hace ya un mes que Loyola nos dejó. Inolvidable Loyola. Valiente, honrada, trabajadora, leal, generosa... No hay adjetivo positivo que no se le pueda aplicar. Nacida en Madrid, tenía una especial predilección por Galicia donde veraneaba desde muy niña en ese rincón paradisíaco que es la Punta del Capitán, en Abanqueiro. Siguió pasando sus vacaciones allí, incluso cuando desempeñaba el puesto más importante que una mujer hubiera alcanzado nunca en Europa.
Hacía sus compras en el mercado de Boiro, nadaba y practicaba el windsurf en la Ría, navegaba a vela en el barco que se trajo de Lequeitio, conseguía presas espectaculares haciendo pesca submarina, cocinaba paellas para sus amigos, cogía la guitarra para acompañarse en rancheras y gallegadas, pintaba retratos, hacía senderismo, embarcaba en un catamarán submarino, plantaba olivos en los atrios de iglesias rurales y mil cosas más. No paraba un momento. Pero no abandonaba nunca sus altísimas responsabilidades.

Un día de agosto del 2000 íbamos a subir andando a la Curota. Imposible. Había estallado la crisis del petróleo. Cuando llegué a recogerla estaba hablando con el Presidente de la OPEP y Ministro venezolano del Petróleo intentando convencerle de la inconveniencia que para la economía mundial supondría la reducción de la extracción de crudo. Durante más de dos horas estuvo exponiéndole sus argumentos. Al final el Ministro, no sé si convencido o cansado de discutir, le prometió reconsiderar su postura. "Las batallas que no se dan se pierden siempre", me dijo sonriendo. Era su famosa frase, la que repetía en las durísimas negociaciones para la reforma de la Política Agrícola Común con el comisario Fischler, más tarde gran amigo suyo. Y fue la frase que utilizó cuando tuvo que emplearse a fondo en la más importante batalla que libró, la de luchar por su propia vida.

Aceptó con entusiasmo amadrinar una de las campanas que se estaban fundiendo para la Catedral de la Almudena en el artesanal taller de los campaneros de Arcos da Condesa, en el municipio pontevedrés de Caldas de Reis, contribuyendo asimismo económicamente a que el proyecto fuera una realidad. Posteriormente asistió a su estreno ocupando un lugar destacado junto al Cardenal Rouco y la Condesa de Fenosa. Quizás fuese el día de la fundición la única vez que no atendió una petición de su partido. Le habían programado un mitin en una ciudad andaluza para iniciar la campaña de las elecciones al Parlamento Europeo, en las que figuraba como cabeza de lista. Excusó su ausencia diciendo que no podía estar en campaña pues estaba "en campana" con sus amigos gallegos.

Cuando en 2003 se le concedió la Medalla de Oro de Galicia y dio las gracias al Presidente de la Xunta, terminó su parlamento justificando sus acciones en Bruselas a favor de Galicia con estas palabras: "Actuar así no era sólo mi deber; era mi vocación. No en vano, en la hermosísima Ría de Arosa, los vecinos de Boiro me tienen, con razón, por una más entre ellos, porque allí paso mucha parte de mi tiempo de descanso activo, como gallega de adopción que creo ser con la misma fuerza con la que soy vasca de origen, española de nación y europea de acción. Desde hoy el honor -la Medalla de Galicia- que trataré de merecer, me ata con más fuerza, si cabe, a esta Galicia de mis amores."

Al finalizar su mandato en la Comisión, durante el que entre muchas otros temas tuvo que preparar las disposiciones a desarrollar para hacer más difícil la repetición de desastres como el del Prestige, importantes multinacionales le invitaron a participar en sus consejos de administración valorando su gran capacidad de trabajo y su cúmulo de conocimientos. Loyola dio prioridad a una empresa gallega que estaba investigando intensamente en nuevos medicamentos contra el cáncer.

Hace unos meses tuvo lugar en Arcos la inauguración de la plaza que lleva su nombre. Es una placita preciosa situada justo delante de la fundición artesanal de los campaneros. Una fuente de agua clara y un crucero de piedra enmarcan una pequeña espadaña en la que luce una vieja campana fundida allí mismo en el siglo XVIII. En la espadaña, una placa de bronce da cuenta de los méritos contraídos por Loyola.

La homenajeada aludió en su discurso de agradecimiento a su anterior visita para asistir a la fundición de la campana, "una de las cuatro que ahora alegran Madrid con voces gallegas y con las que antiguamente se comunicaban las alegrías y tristezas de la vida". Comentó también que en su infancia el sacristán de Abanqueiro las tocaba al son de la muñeira cuando transmitían buenas noticias, mientras que doblaban con tristeza en caso de fallecimiento. Agradeció a la Entidad el nombramiento, "algo que suele ocurrir cuando pasas a mejor vida", asegurando que ello le enraizaría más todavía a esta tierra de robles y vino y "me permitirá hundirme más en esta especie de rosa de los vientos que es Galicia".

En el pasado mes de agosto estuvo trabajando en una serie de alternativas muy imaginativas para los montes gallegos arrasados por el fuego. Muy amante de la naturaleza, le dolía el desastre ecológico y paisajístico ocasionado por los incendios, pero le preocupaba mucho más la precariedad económica y la pérdida de dignidad que sin duda sufrirían los que hasta entonces había vivido del monte y para el monte.

Otra actividad a la que dedicaba gran parte de su tiempo y también de su dinero, fue la creación en Galicia de canales informáticos en los que se diera prioridad a la divulgación objetiva de hechos y de cifras. La gran categoría de sus colaboradores en este campo nos permite ser optimistas en cuanto a su continuidad. Cabe destacar también que Loyola fue la primera política española en plasmar sus ideas en un "blog" que se administra en Galicia, en La Coruña, y que continúa muy activo recogiendo la información que sobre ella se produce diariamente.

En la capilla ardiente instalada en la casa familiar de Urrijate, el féretro que contenía sus restos estaba cubierto por la bandera vasca, la española y la europea. Y encima de las banderas, un gran centro de camelias gallegas, su flor preferida, como el roble había sido su árbol favorito. Se
hacía así honor a la definición que Loyola había dado de sí misma con ocasión de la entrega de la Medalla de Galicia: europea de acción, española de nación, vasca de origen y gallega de adopción. Hasta el final, pues, con Galicia.

Enlace: FARO DE VIGO (13 de enero de 2007)

Un mes sin Loyola de Palacio (Texto de su funeral)


El cardenal arzobispo de Madrid en el funeral por doña Loyola de Palacio
Un servicio cristiano a lo más noble

El cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, pronunció una emotiva homilía en el funeral de doña Loyola de Palacio, el pasado 21 de diciembre, en la catedral de La Almudena. Dijo en ella:

“Doña Loyola de Palacio nació en el seno de una familia numerosa, enraizada en la tradición de la fe cristiana, amante de su tierra vasca y abierta siempre, y generosamente, a las inquietudes y tareas comunes de España. Europa, la Europa unida, surgida de las ruinas de la Segunda Guerra Mundial con el aliento inspirador y decisivo de su alma cristiana, fue, además, para nuestra hermana horizonte hacia donde proyectó años e ilusiones de una vida madura humana y espiritualmente en el servicio a las causas más nobles, propias de la vocación política que ella sentía y ejercía cristianamente: la causa de la dignidad de la persona humana y del respeto y promoción de los derechos fundamentales e inalienables que le pertenecen, la causa de la genuina libertad que no se doblega ante el terror, la de la solidaridad con los más débiles y la del bien común, buscado y realizado en la concordia, la comprensión mutua y la unidad entre las personas y las familias, y entre los pueblos dentro de España y más allá de las fronteras patrias. Mujer valiente, animosa, perseverante en sus afanes, firme en sus convicciones más profundas y fiel al amor de los suyos y a la noble amistad.
Su muerte, acaecida después de una corta e insidiosa enfermedad, nos evoca la parábola evangélica del ladrón que irrumpe inesperadamente en la noche de nuestras vidas o, mejor aún, la de la imagen del Esposo que llega sin avisar y al que es preciso esperar vigilantes con las lámparas de aceite, encendidas, siguiendo el ejemplo de las doncellas prudentes; y nos sitúa, sobre todo, dura y descarnadamente, ante el misterio de la muerte. ¿La muerte es el final último y definitivo del ser querido?; ¿de uno mismo que se hace la pregunta y la proyecta sobre su propio destino, e incluso, sobre el destino de la Humanidad? ¡No, no puede ser que haya que definir al hombre, como lo ha hecho alguno de los más famosos pensadores del siglo XX, vacilante en la interpretación práctica de su propia existencia y un tanto angustiado por el desciframiento de la verdad de la existencia humana, como un ser para la muerte! El hombre, ¡todo hombre!, siente en lo más íntimo de su ser no sólo el deseo biológico de la pervivencia, sino el aliento indomable del espíritu que reclama vida para siempre: ¡eternidad!
Y, ciertamente, si la persona humana enclaustra su razón en el estrecho y cerrado recinto de la experiencia empírica de los puros sentidos, y si se resiste a abrirse al espacio luminoso, y trascendente de la verdad, sin miedo a la luz de la fe y, por ello, a la verdad del Logos de Dios, del Dios que es amor, como ha comentado reiteradamente nuestro Santo Padre Benedicto XVI, desde su encíclica de la Navidad del año pasado, hasta su lección académica del 12 de septiembre pasado en la Universidad de Ratisbona, entonces sucumbirá ante el enigma terrible de la muerte, incapaz de explicarla intelectualmente, e impotente para afrontarla vitalmente con la fuerza interior de la esperanza y con la apuesta decidida por el amor, cuando ella pasa sigilosa o clamorosamente a nuestro lado o viene directamente a nuestro encuentro. Ante el misterio de la muerte, la razón, iluminada por la fe cristiana, proclama y enseña la verdad del Misterio de la Vida.

La esperanza, mayor que la tristeza

Sí, con nuestra celebración del Sacramento por excelencia de esa victoria pascual de Cristo estamos afirmando con la grandeza y, a la vez, la humildad de nuestra plegaria eucarística, que nuestra esperanza es mayor que nuestra tristeza, que nuestro amor es mayor que nuestros olvidos egoístas y nuestras comunes indiferencias al orar por ella, nuestra hermana Loyola, a quien el Señor llamó a su presencia para que pueda ser, para siempre y eternamente, hija del Padre que nos dio a su Hijo, a fin de que podamos vivir aquí en la peregrinación de la Historia y, finalmente, en la patria del cielo como hijos de la familia definitiva y gloriosa de los Hijos de Dios.
En la tarde de la Vida seremos examinados del amor, recordaba bellamente san Juan de la Cruz, y el gran director de almas que fue san Ignacio de Loyola termina la cuarta y última Semana de sus Ejercicios espirituales con una meditación para contemplar amor. Hoy, nosotros, con la certeza de la esperanza cristiana y con la oración de súplica, compartida amorosamente en esta Eucaristía por nuestra hermana Loyola de Palacio, unimos nuestros corazones en una plegaria ferviente: ¡que su respuesta al Señor, la de su vida y la de su muerte, haya sido una respuesta de amor!
¿Y cómo no vamos a esperar confiadamente, apoyados en la oración suplicante, en que la Virgen Santísima la haya visitado en el día de su muerte, la haya presentado y acompañado, junto con su Hijo Jesucristo, en el paso definitivo a la Casa del Padre?”

Antonio Mª Rouco Varela

http://www.alfayomega.es/revista/alfayomega526/aqui_ahora/R2.HTM