23 abril 2010

Cátedra Loyola de Palacio en Europa

The Loyola de Palacio Chair of the Robert Schuman Centre for Advanced Studied at the European University Institute (EUI) honors Loyola de Palacio (1950-2006) former Vice-President of the European Commission and EU Commissioner for Energy and Transport (1999-2004), having been a pioneer in the building of an EU Energy Policy. A great European, a decisive woman and a person wholly dedicated to the common good. The Loyola de Palacio Chair promotes research and debates in the area of energy policy. Its objectives are to produce informed and up-to-date analytical studies, and to promote informed discussion and publications on key issues such as market building, security of supply, climate change, zero carbon economy and society. It engages a fruitful dialogue between academics of all kinds (economists, lawyers, engineers and political scientists) and practitioners, decision-makers and the public opinion.

The Loyola de Palacio Chair has organized in 2009 a series of workshops in Florence, Den Haag, Milan and Wiston Park.

These workshops aim to define some "Smart EU Energy Policy"

For more information see the "Research page" in our website

See also the 1st Issue of our NEWSLETTER

First report of the Loyola de Palacio Chair on EU Energy Policy

October 2008 - September 2009

Final Report of the Smart EU Energy Policy workshops now available online

22 abril 2010

Fraga recuerda en Toledo a Loyola de Palacio como una "extraordinaria mujer"








Archivo - 07/03/2010

El presidente fundador del PP comenzó su intervención agradeciendo a la organización juvenil del PP que le hayan hecho un homenaje y aprovechó para recordar a esa "extraordinaria mujer" que fue Loyola de Palacio

21 abril 2010

La erupción de un lejano volcán islandés puede convertir en realidad el proyecto de Loyola de Palacio

La erupción del volcán Eyjafjälla puede acabar siendo el aldabonazo para que se ponga en marcha uno de los sueños más preciados de la que fue comisaria de transportes y vicepresidenta de la Comisión Europea, la recordada Loyola de Palacio. Hace mucho tiempo que imaginó una Europa que tampoco tuviera fronteras en el aire y que habría ayudado a evitar la multiplicación por 27 del desorden causado por la aparición de cenizas volcánicas.

Hoy, el control del espacio aéreo sigue siendo competencia de cada país y Eurocontrol es apenas una organización de coordinación sin posibilidades de iniciativa. Con la directiva del «cielo único» que ideo Loyola de Palacio, una sola autoridad habría gestionado la crisis, lo que le daría la posibilidad de buscar pasillos de vuelo sin necesidad de esperar a que cada país se ponga de acuerdo.

leer más - ABC

La nueva frontera de la energía: una conversación con Loyola

Ana de Palacio
Miembro del Consejo Rector - IE Business School


ideas_100_ok_Página_060_Imagen_0001.jpg
La última transcripción no publicada de un borrador de discurso de Loyola, que se disponía a pronunciar en una conferencia, resume su visión


La energía cada vez depende más de proveedores externos, y los problemas de la seguridad de suministro y la incertidumbre de precios están convirtiéndose en elementos importantes de las políticas europeas. Tuve el privilegio de conversar a menudo con Loyola sobre el papel fundamental de la energía como impulsora de la unificación europea desde la comunidad de carbón y acero y EURATOM. Medio siglo después, en este momento crucial, la energía vuelve a revelarse como asunto vital de la Europa ampliada, y —me atrevería a decir— el tema principal en torno al cual podemos construir la «Solidarité de faits» que sirvió de cimiento a nuestra estructura actual.

El paradigma de la energía está experimentando cambios profundos que no alcanzamos a apreciar en su verdadera magnitud. Además de la emergencia de nuevas soluciones tecnológicas para energías renovables y eficaces, se están poniendo a punto nuevos instrumentos políticos de una importancia tan crucial como la que reviste la tecnología: los métodos orientados al mercado están extendiéndose rápidamente, pero tienen que tener en cuenta el factor externo, la aceptación pública, la sostenibilidad y otros parámetros de largo plazo, y al mismo tiempo deben preparar el camino para una competencia real y operativa.

Lo que es más, las amenazas cada vez más significativas a la seguridad de suministro exigen no sólo nuevas tecnologías y soluciones institucionales, sino también nuevas dimensiones en las relaciones entre países vecinos, así como, de manera general, en la proyección de la Unión Europea en el mundo.

Existe una dimensión clave adicional, que con frecuencia tuve la oportunidad de analizar con Loyola durante los meses en que estuvo en los Estados Unidos. Se trata del papel de la energía en el desarrollo. Teniendo en cuenta mi cargo en el Banco Mundial, nuestras conversaciones generaron debates estimulantes sobre este asunto de gran interés mutuo.

Vivimos en un mundo complejo e interdependiente y los ciudadanos han tomado conciencia rápidamente de las implicaciones que esta realidad tiene en su vida. La aparición de este nuevo foco de interés ha convertido el desarrollo en un tema candente para la opinión pública.

En los últimos 25 años, aproximadamente 500.000 personas han salido de la pobreza en el mundo entero. Gran parte de ese progreso está motivado por el rápido crecimiento económico de las grandes economías emergentes: China e India. Tal crecimiento hubiera sido imposible sin un aumento en el consumo de energía en estos países, y este fenómeno indudablemente debe seguir produciéndose para que las personas sumidas en la pobreza puedan optar por un futuro más esperanzador.

En la actualidad, hay 1.600 millones de personas en el mundo entero que no tienen acceso a la electricidad. En zonas rurales del mundo en desarrollo, especialmente en el sur de Asia y en el África subsahariana, hasta cuatro de cada cinco personas viven sin electricidad. Por este motivo, la demanda de energía en el mundo en desarrollo está aumentando exponencialmente. La comunidad internacional tiene que estar preparada para responder a esta demanda creciente generando menos emisiones de carbono.

Teniendo esto en cuenta, ya no percibiremos la reducción de las emisiones como una tarea costosa que sólo sirve para aligerar la carga del cambio climático, sino que también la consideraremos como una oportunidad de generar fondos para invertir en un camino energético diferente, que no solamente utilice menos carbono sino que diversifique las fuentes de energía del mundo, preserve los bosques y facilite el abandono a largo plazo de los combustibles fósiles limitados y la adopción progresiva de las energías renovables y las innovaciones tecnológicas. Esta es la oportunidad que nos aguarda, y requiere un marco regulador adecuado en el que los países ricos marquen la pauta, apoyando a los países en desarrollo a cambio de su aportación para lograr un crecimiento mundial más verde y más inteligente; se trata de una oportunidad que otorga certidumbre y estimula la investigación y el desarrollo en las tecnologías generativas; un marco que permita que los mercados del carbono prosperen y aporten flujos financieros a los países en desarrollo, unos flujos que podrían representar hasta 100.000 millones de dólares de aquí a unas décadas.

Tendremos que generar recursos significativos para ayudar a los países en desarrollo a crecer y al mismo tiempo reducir las repercusiones de este crecimiento en el medio ambiente. Teniendo en cuenta estas elevadas exigencias, se debe hacer más para aprovechar la financiación del sector privado, tanto para salvar la brecha como para impulsar la innovación. En el Grupo del Banco Mundial (GBM) marcamos cuatro ámbitos de acción:

1. Invertir en eficacia y conservación, porque a pesar de lo mucho que procuremos diversificar, resulta evidente que la mayoría de países en desarrollo tendrán que apoyarse en gran medida en combustibles basados en carbono en el futuro inmediato y durante mucho tiempo. En consecuencia, el GBM centra su atención en oportunidades para mejorar la eficacia y la conservación en el uso de combustibles fósiles. A medida que las economías emergentes como Brasil, China e India crecen con rapidez, el GBM trabaja con estos países para desarrollar estrategias y planes de financiación que permitan reducir sus emisiones de carbono. El GBM también fomenta los Green Investment Schemes (Planes verdes de inversión), los cuales enlazan los ingresos del comercio de derechos de emisión con inversiones en instrumentos para reducir las emisiones de carbono en Bulgaria, Letonia y Ucrania, y ahora estamos comenzando también en Rusia. Si logramos poner a Europa central y oriental al nivel de eficacia energética ya alcanzado en Europa occidental, se abrirá todo un mundo de oportunidades. Pero para ello, resulta crucial una colaboración sólida con el sector privado.

Para proyectar esta labor a gran escala necesitaremos contar con instrumentos financieros innovadores, como garantías y otros elementos que permitan acceder al sector privado y responder a las necesidades específicas de los países en desarrollo que son nuestros socios. Nuestro trabajo con los fondos de emisiones será un componente importante de esta labor.

En la actualidad, el GBM maneja cerca de 2.000 millones de dólares divididos en nueve fondos de comercio de emisiones, de los cuales ya están asignados 1.400 millones. Estos fondos se destinarán a inversiones destinadas a reducir las emisiones, desde la destrucción de gases industriales hasta la captura de metano en vertederos. Estas inversiones también tienen por objeto aumentar la eficacia energética en la producción siderúrgica, la cogeneración de biogases, las energías renovables, el cambio de uso de la tierra y la lucha contra la deforestación.

Por otra parte, con la asesoría de gobiernos y de participantes del sector privado en estos fondos, el banco está diseñando unas instalaciones dedicadas a fondos de emisiones que se encargarían de recompensar monetariamente las reducciones de emisiones más allá del periodo regulador del Protocolo de Kioto.

2. Aumentar la inversión en las energías renovables y su accesibilidad. Sabemos que no existe ninguna receta mágica, pero una vez más constatamos que el sector privado es la clave del progreso y la innovación.

La energía eólica, la solar, la geotérmica, la hidráulica y la biológica son piezas de esta vía de diversificación de la energía. Estas tecnologías son capaces de llegar hasta zonas donde no procede construir y mantener una red eléctrica centralizada. El GBM está promoviendo el uso de energía geotérmica en Kenia, así como pequeñas instalaciones de energía hidráulica en zonas rurales de Uganda. En Nepal está apoyando un programa de biogases para evitar la quema de madera para cocinar en zonas rurales, lo cual reduce la polución en los hogares, así como las emisiones de carbono. Estamos preparando la comercialización de pilas de combustible en zonas remotas de África, mientras que en India, Kenia y Marruecos fomentamos el uso de paneles solares para generar electricidad. En Guinea-Bissau ya está en marcha un proyecto del GBM para generar electricidad, utilizando cáscaras de anacardos, lo cual favorecerá el sector de producción de estos frutos secos. Dicho sector representa dos tercios del producto interior bruto de este pequeño país.

En 1992, las energías renovables representaban solamente un 0,1% la capacidad total de generación de energía de India. El GBM ha apoyado a India aportando créditos por valor de ciento ocho millones de dólares y recaudando doscientos millones de dólares del sector privado para fomentar la energía renovable y apoyar a las instituciones competentes. Para 2002, la proporción de energía renovable de India había alcanzado el 3%. Aunque sigue siendo un porcentaje pequeño, ya es treinta veces mayor que el de hace diez años. A mayor escala, las tecnologías de segunda generación son muy prometedoras y tenemos previsto apoyar programas sólidos de I+D.

3. La preservación de los bosques. Sabemos que alrededor de un 20% de las emisiones de gases de efecto invernadero se deben a una gestión deficiente de las tierras y en especial a la deforestación. Esto no sólo representa una amenaza para el clima mundial, sino que destruye la fauna y flora y erosiona la riqueza natural del planeta.

En colaboración con nuestros socios oficiales así como no gubernamentales, estamos desarrollando un centro piloto de carbono forestal que apoyará a los países en la lucha contra la deforestación y a obtener fondos de emisiones de carbono. El fondo piloto que se propone prepararía el terreno para un futuro mercado de carbono a gran escala. Desarrollaría la capacidad de los países de beneficiarse del futuro mercado de carbono y manejaría los pagos por el rendimiento en la lucha contra la deforestación y en la mejora de la gestión de recursos naturales, en particular la gestión forestal.

4. En cuarto lugar, en lo relativo a la adaptación, estamos trabajando con nuestros países socios para ayudarles a adaptarse a ciertas repercusiones negativas del cambio climático.

Se trata de un problema grave para los países en desarrollo, especialmente para las personas más pobres de estos países, que a menudo son las que más sufren por las alteraciones del tiempo y graves inclemencias como inundaciones, sequías, olas de calor y subidas del nivel del mar. Suelen estar indefensos ante estos fenómenos, ya que incluso en condiciones normales viven al borde del precipicio.

Por último, permítanme concluir, citando la última transcripción no publicada de un borrador de discurso de Loyola que se disponía a pronunciar en una conferencia y que resume su visión:

• La interdependencia energética ya es una realidad mundial.

• La seguridad energética no puede alcanzarse, sino mediante la cooperación internacional y la armonización de mercados, puesto que ningún poder estatal ni regional es capaz de garantizar la seguridad de suministro por sí solo.

• La sostenibilidad energética es uno de los principales desafíos de las relaciones internacionales en vista del impacto ambiental mundial.

• La Unión Europea tiene un papel primordial que desempeñar.

20 abril 2010

“En el horizonte del 2020, el 20% de los carburantes que se utilicen en Europa debería proceder de las energías alternativas”


La vicepresidenta de la Comisión Europea y comisaria de Energía y Transporte de la misma, Loyola de Palacio, participó en los foros de debate organizados por Michelin en Shanghai con ocasión de su Challenge Bibendum. De Palacio habló de cómo se avanza en Europa en estas cuestiones.

El lema elegido por Loyola de Palacio para su intervención en la Universidad de Tongji, próxima al circuito de Shanghai, con ocasión de la sexta edición de la Challenge Bibendum Michelin, fue “Iniciativas sobre la movilidad sostenible en la Unión Europea”. Transporte, energía y emisiones fueron los tres grandes bloques en los que basó un discurso del que se extrajeron interesantes conclusiones que demuestran que la Comisión Europea (CE) y, en concreto, Loyola de Palacio, están muy concienciados sobre la importancia que tiene de cara al futuro la movilidad sostenible.

De Palacio manifestó que la estrategia de desarrollo sostenible en la Unión Europea da una alta prioridad a la reducción de la congestión del tráfico y a un uso más amplio de los vehículos ecológicos. Para lograrlo, señaló que los desafíos más apremiantes en el transporte son la eficacia y la seguridad del tráfico, la seguridad en el suministro de energía, el impacto que tiene el ambiente contaminante sobre la salud y la necesidad de erradicar las emisiones nocivas.

Habló de la importancia que tiene utilizar otros medios de transporte que no necesiten la carretera para evitar la perenne congestión de tráfico que vive la Unión Europea. Sólo desviándolo hacia el ferrocarril y las vías fluviales se volverá a conseguir que el sistema europeo de transporte sea eficaz. Y para ello será necesario invertir en las adecuadas infraestructuras para esas dos alternativas al transporte por carretera. Esto en general, puesto que para el ámbito local apunta que la solución está en la mejora de la calidad de las áreas urbanas y del transporte público y en la promoción de las energías alternativas en el automóvil.

La comisaria de Energía y Transporte de la CE se mostró muy preocupada por la seguridad del tráfico, por lo que hizo hincapié en el programa que la Comisión lanzó en junio de 2003 para reducir el número de víctimas de la carretera de las 50.000 anuales que se producen en la actualidad en toda la Unión a la mitad en 2010. En este sentido manifestó su confianza en la aportación de la industria del automóvil, que utiliza cada vez más innovaciones tecnológicas para aumentar la seguridad de sus vehículos.

Si De Palacio puso el acento en los proyectos sobre eficacia y seguridad en el transporte por carretera que se están llevando a cabo en la Unión Europea (UE), fue para mentalizar a las autoridades chinas en unos aspectos que ya están causando gravísimos problemas en la gigantesca nación asiática, sobre todo el de la seguridad. Al respecto, se detuvo en hablar del programa Galileo, un sistema global de navegación por satélite más completo que el sistema GPS en el que cooperan la UE y China, porque algunos de sus usos tienen un interés específico para el sector de automoción. “El desarrollo de sistemas inteligentes de transporte es esencial para la movilidad sostenible porque rebajan los gastos desorbitados causados por las congestiones de tráfico y porque juegan un papel clave en la lucha por mejorar la seguridad vial”, manifestó De Palacio.

La importancia del suministro de energía

Loyola de Palacio mostró su preocupación por la seguridad a largo plazo del suministro de energía para todos los sectores del transporte, “porque es vital para la movilidad sostenible”. Para De Palacio la dependencia de los combustibles derivados del petróleo (gasolina y gasóleo) es cada vez más fuerte, al estimarse que la demanda aumentará en las dos décadas que van del 2000 al 2020 en un 50%, eso unido al continuo aumento de los precios del petróleo.

En este contexto, la UE ha tomado conciencia de que es imprescindible para asegurar la movilidad a largo plazo mejorar la eficacia energética de los automóviles e introducir unos combustibles alternativos que de forma gradual deberán sustituir al petróleo. De Palacio confirmó que tras el acuerdo alcanzado entre la UE y los fabricantes de automóviles ya se han dado importantes pasos en la reducción del consumo de los nuevos coches. Así, si se había previsto una reducción del 25% de dicho consumo entre 1999 y 2008/2009, el objetivo marcado para 2003 ya se alcanzó en 2000.

De Palacio aseguró que “Europa busca reducir su dependencia energética del petróleo promocionando los biocarburantes e investigando con el hidrógeno”, a lo que añadió que “en el horizonte del 2020, el 20% de los carburantes que se utilicen en Europa debería proceder de las energías alternativas”. De hecho, la directiva europea sobre biocarburantes, adoptada en 2003, establece objetivos para su cuota en el mercado, unos objetivos que aumentan de forma gradual desde el 2% de 2005 hasta el 5,75% en 2010, aunque reconoció que a corto plazo las perspectivas para el uso de biocarburantes dependen de la política de promoción adoptada por los Estados miembros de la UE.

Con respecto al hidrógeno como energía alternativa, Loyola de Palacio recordó que la CE lanzó en enero de este año una plataforma de tecnología para la célula de hidrógeno y de combustible. Su objetivo principal es definir y poner en práctica una estrategia integrada para el desarrollo y la introducción de la energía derivada del hidrógeno en el sistema de transporte europeo.

El impacto ambiental

La movilidad sostenible no es posible sin reducir el impacto que tienen las emisiones que origina el transporte sobre el medio ambiente. De Palacio recordó que el CO2, los óxidos nitrosos y de carbón y las partículas sólidas afectan de forma dramática a la calidad del aire y, por lo tanto, a la salud de los seres vivos. El acuerdo entre la CE y los fabricantes ya ha producido resultados en este sentido, al mejorar la eficacia energética de los vehículos. El acuerdo prevé que los coches de pasajeros sólo emitan 140 gramos de CO2 por kilómetro en 2008/2009. De Palacio recordó que la UE controla las emisiones contaminantes mediante las normas Euro, que se endurecen gradualmente año tras año. Para ella, su aplicación ha supuesto mejoras considerables en la calidad del aire en Europa.

De Palacio confesó que “el paquete de medidas que ha puesto en marcha la UE para dirigir el sector del transporte hacia una movilidad sostenible a largo plazo ya muestra resultados esperanzadores en la disminución de emisiones contaminantes y en la mejora de la eficacia energética de los nuevos coches”, aunque añadió que “se requieren esfuerzos a largo plazo, porque el crecimiento de la demanda en el transporte reduce los beneficios de las mejoras en la tecnología”. Por ello, concluyó su intervención diciendo que “para responder a esos desafíos de futuro es necesaria una combinación de políticas ambiciosas, apoyo industrial y gubernamental e introducción de energías limpias que sean alternativas a los combustibles actuales”.

La opinión de la industria

En los foros organizados por Michelin también participaron los fabricantes, entre los que Jean Martin Folz, presidente del Grupo PSA Peugeot-Citroën, manifestó que “varias son las soluciones disponibles para proponer vías alternativas realistas, pero PSA cree en el diésel [gasóleo] y en las mecánicas híbridas diésel, que llegarán muy pronto”. Al mismo tiempo, confesó que para su empresa hay tres prioridades: mejorar la seguridad activa y pasiva de los automóviles, conseguir que la movilidad urbana sea una realidad y luchar contra las emisiones de CO2.

08 abril 2010

20 años del primer gobierno del PP - falta Loyola




Aznar: 'El PP era y debe seguir siendo incompatible con la corrupción'

El Mundo

Después, ha realizado un emotivo recordatorio de los fallecidos Pío Cabanillas, Loyola de Palacio y Gabriel Cisneros, a los que "echaba en falta" en la ...