21 diciembre 2006

LOYOLA Y LA ALMUDENA

Un gran amigo de Loyola ha escrito esta breve nota pensando en el funeral de hoy en La Almudena:
2006

Un luminoso día de abril de 1999, en un taller de Caldas de Reis se fundió una campana muy especial. Se trataba de la bautizada con el nombre de “Santa María de la Flor de Lis”, advocación madrileña poco conocida que, como sus tres hermanas fundidas anteriormente, estaba destinada a dar su voz a la Catedral de la Almudena. Las cuatro campanas, todas ellas con advocaciones marianas, fueron un obsequio de los gallegos residentes en la capital de España en agradecimiento a la cordialidad y hospitalidad con que Madrid les ha acogido siempre.

La fundición tuvo lugar en la pequeña aldea de Badoucos, en la parroquia rural de Santa Mariña de Arcos de la Condesa, siguiendo el método artesanal que en la familia Ocampo se viene transmitiendo de padres a hijos desde 1630. Si cualquier fundición de este taller constituye un espectáculo, la de esta campana fue impresionante no sólo porque pesaba más de tonelada y media sino porque tuvo una madrina excepcional, Loyola de Palacio.

Loyola, que acababa de ser nominada cabeza de lista en la candidatura del PP al Parlamento Europeo, retrasó su entrada en campaña para, como ella decía, poder estar “en campana”. Ocho meses después las cuatro campanas se estrenaron en la Almudena repicando jubilosamente en una solemne ceremonia presidida por Monseñor Rouco y en la que Loyola ocupó un lugar muy especial.

La “Santa María de la Flor de Lis” volverá hoy a sonar fuerte y claro aunque ahora en señal de duelo, con la tristeza de doblar por Loyola pero al mismo tiempo con la enorme alegría de saber que su madrina ha alcanzado ya la plenitud de la Vida.

Joaquín Domínguez

Sevilla, 21 diciembre de 2006