La repentina muerte de la ex ministra y ex comisaria europea de Transportes causó un hondo pesar en esta parroquia de Caldas que visitó oficialmente en dos ocasiones
En Arcos da Condesa todavía recuerdan la última visita oficial que Loyola de Palacio realizó a esta parroquia de Caldas. Fue el pasado 26 de junio. Aquel día, la ex ministra de Agricultura y Pesca y ex comisaria europea de Transportes descubrió una placa en la casa consistorial de la entidad local menor e inauguró la plaza pública de Badoucos que lleva su nombre.
En esa jornada volvió a entrar en el taller de los Hermanos Ocampo, un lugar mágico que le había dejado una huella imborrable en su anterior visita, que tuvo lugar el 24 de abril de 1999. Entonces, asistió a la fundición de una de las cuatro campanas para la catedral de la Almudena y amadrinó la más pequeña, la de Nuestra Señora de la Flor de Lys.
Loyola de Palacio falleció el miércoles por la noche en un hospital de Madrid. A sus 56 años, no pudo superar la batalla que desde hace cinco meses libraba contra el cáncer. Su muerte causó sorpresa y tristeza en Arcos, donde ya se preparan varios actos en su memoria. Según trascendió ayer, la entidad colocará un crespón negro en la plaza de Badoucos y organizará una misa.
El presidente de la entidad, Francisco Rivas, recordó a esta mujer que en Arcos «tenía su casa». «A ella le unía un gran cariño con Galicia y con Arcos. Era una mujer sencilla y trabajadora. Aquí oficialmente estuvo en dos ocasiones, aunque tenía amistades y no sé si vino más veces». La noticia de su fallecimiento también entristeció al campanero Enrique López, al que Loyola de Palacio definió como un ejemplo de «acumulación de saber».
La Voz de Galicia (15-12-2006)