10 febrero 2007

¿Sabían ustedes la historia de la bandera de la UE?



LA BANDERA EUROPEA


En 1955, lo que hoy es la Unión Europea daba sus primeros pasos bajo la forma de Comunidad Europea del Carbón y del Acero, integrada solamente por seis Estados miembros. Antes, para defender los derechos humanos y promover la cultura europea, diez países habían creado el Consejo de Europa.

En 1949 el Consejo de Europa empezó a buscar un símbolo para su propio uso. Se convocó un concurso de ideas recibiéndose 101 proyectos diferentes. Entre las propuestas presentadas había una, firmada por el pintor de Estrasburgo Arsène Heitz, quien, según sus propias palabras, se inspiró en la vidriera que representa la Virgen de la Medalla Milagrosa de la catedral de la calle Bac.

Entre los llamados Padres del Consejo de Europa, algunos católicos practicantes como Monnet, de Gasperi, Schuman y Adenauer, cayó muy bien la idea de Heitz. Incluso, el mismo día que debían defender el proyecto de bandera, Robert Schuman y Konrad Adenauer rezaron juntos en la catedral de Estrasburgo ante la imagen de la Inmaculada coronada por doce estrellas. Curiosamente, la bandera se aprobó el 8 de diciembre de 1955 y el edificio público en que flameó por primera vez fue la propia catedral de Estrasburgo.

Posteriormente el Consejo de Europa, que nunca estuvo constituido por doce Estados, animó a otras instituciones europeas a utilizar la misma bandera. El Parlamento Europeo la aceptó en 1983 y en 1985 fue adoptada como emblema oficial por las Comunidades Europeas, la actual Unión Europea. Desde 1986 la utilizan todas las instituciones europeas, siendo el único emblema de la Comisión, el órgano ejecutivo de la UE.

Desde el primer momento se intentó obviar el antecedente cristiano. Se decía que el círculo de estrellas doradas representaba la solidaridad y la armonía entre los pueblos de Europa, el número doce, número inicial y cerrado, es tradicionalmente el símbolo de la perfección, de lo completo, de la unidad, de los meses del año, etc., etc. No parece que nadie asocie el azur con el color que tradicionalmente representa a Santa María, ni que, como dice el Apocalipsis 12:1, se recuerde que una gran señal apareció en el cielo: una Mujer, vestida del sol, con la luna bajo sus pies, y una corona de doce estrellas sobre su cabeza.

Sevilla, 31 de marzo de 2006.
Joaquín Domínguez