29 julio 2008
Loyola de Palacio, ejemplo de compromiso político con los derechos humanos
Una de las frases que casi todos los medios coinciden en atribuir a Loyola de Palacio es que "la única batalla que se pierde es la que no se da". Con esta máxima ha trabajado siempre la ex ministra y del Partido Popular y ex comisaria europea. Comprometida con la libertad en todas sus facetas políticas, Loyola de Palacio no dejó de luchar por los principios en los que creía. Su actividad frente al terror acompañando a las víctimas, vivida de cerca por su procedencia vasca, y su compromiso con la Constitución y la unidad de España frente a los excesos nacionalistas han ido parejos a la defensa de los derechos humanos más fundamentales, como hemos informado desde HazteOir.org a lo largo de estos años. Un ejemplo de lucha que se al irse nos deja, paradójicamente, sus botas puestas en defensa de los que quieren vivir.
El 13 de Diciembre de 2006 Loyola de Palacio Fallecía en el Hospital 12 de Octubre de Madrid, a los 56 años de edad, tras una dura lucha contra el cáncer y una vida repleta de actividad y profesionalidad dedicada por y para sus conciudadanos. La enfermedad nos priva también de todo un ejemplo de honradez política y de servicio al interés público, que en vano algunos intentaron empañar aludiendo a su paso por agricultura; un ejemplo que se carga las ideologías feministas y la teoría de género más radicales, pues al margen de cuotas absurdas supo hacer ver que la mujer puede llegar a dónde quiera no por su condición sexual, sino por sus méritos. De haber defendido alguna cuota, sobresalió por intentar conseguir las mejores cuotas de producción agrícola para España, desde su cargo de ministra.
"Daba la cara en cualquier sitio, siempre, pero es verdad que en el País Vasco es mucho más difícil que en otros sitios dar la cara, si de alguien se puede decir que está a las duras y a las maduras es de Loyola, pero estaba más a las duras que a las maduras", rememoraba Rajoy. También ha querido llamar la atención sobre la "campaña brutal" que sufrió el año 1989 por el lino, un asunto "del que, por cierto, no hemos vuelto a saber nada, pero yo sí he vuelto a saber que lo que se ha dicho es que no ha habido fraude en ninguna intervención de ella ni de nadie relacionado con ella, es una dato no menor, normalmente sale en las noticias pero luego cuando la persona a la que se le acusa de algo queda bien eso no sale".
Todos sus compañeros recordarán a Loyola de Palacio por el coraje, la fortaleza y el tesón que exhibió tanto en la política como en la vida. El optimismo que generó su extraordinaria reacción al tratamiento contra el cáncer recientemente diagnosticado acabó de golpe este miércoles por la noche con la noticia de su muerte.
José María Aznar ha expresado su profunda tristeza tras conocer la noticia. Loyola de Palacio, de 56 años, fue ministra de Agricultura, vicepresidenta de la Comisión europea y europarlamentaria. Según fuentes cercanas al presidente de la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES), este mismo miércoles por la tarde Aznar había hablado con la ex ministra de Asuntos Exteriores Ana de Palacio, para interesarse por el estado de salud de su hermana.
Loyola de Palacio ha sido galardonada en muchas ocasiones. Entre ellas destaca la "Gaviota de Oro", distinción del PP de la localidad madrileña de Fuenlabrada a aquellos afiliados que hayan destacado "por su impulso para conseguir una sociedad mejor desde el propio partido", que recibió el 13 de diciembre de 2002.
El 4 de junio de 2003, la Xunta le concedió una de las Medallas de Oro de Galicia. En noviembre de 2004 recibió el premio "Mujer del año 2004" de la Federación Internacional de Carreteras por "sus contribuciones a la política de transportes y a la seguridad vial".
fuente -hazteoir.org
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El 13 de diciembre y el propio número 13 se repite constantemente en la vida de Loyola.