Desde mi Observatorio en Madrid
- Loyola tenía una consigna: “la única batalla que no se gana es la que no se da”.
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- Esto retrata a la mujer luchadora, responsable, entregada y volcada en su labor que tenía un gran alcance porque - a mí me consta personalmente - colaboró muchísimo en la lucha contra Castro por el proceso cubano que ha durado casi medio siglo. Incluso hizo un viaje a La Habana y las autoridades del Aeropuerto José Martí no la dejaron pasar y visitar la capital. Tanto era el temor que el gobierno castrista tenía de esta mujer cuyas ideas eran firmes. Loyola fue una gran amante de Cuba, por la propia herencia de su apellido materno, y amiga de nosotros, los cubanos que aún mantenemos ese espíritu de lucha por el cambio. Loyola, acusada por los socialistas de pertenecer al Opus Dei, se carcajeaba y razonaba: ¿Cómo voy a pertenecer al Opus si me llamo Loyola?
- Loyola de Palacio del Valle-Lersundi: has muerto muy temprano. Aún el mundo de la política pudo haber aprovechado tu aporte diez o quince años más. Tal como te dije una vez, el día que diésemos la vuelta al calzador con respecto a la Nueva Cuba, tú serías nombrada “Hija de Honor de la Patria Cubana“.
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- Loyola, descansa en paz. Te lo mereces y lo has ganado. No te olvides de nosotros, españoles y cubanos, ya que los resultados de tu cosecha durante largos años de Nuevas Generaciones, Agricultura, Transporte y Energía darán unos frutos exquisitos para la UE. Algunas lágrimas nuestras te ayudarán.