Por Mari Paz Martínez Nieto
Colaboración
Enero
En Madrid, victima de un cáncer de pulmón, ha muerto Loyola de Palacio.La mujer española que desempeño los mas altos cargos de responsabilidad en la política europea sin necesidad de cuotas o paridades, tan de moda en los tiempos que corren.
La política, fue su pasión mucho mas que su profesión.
Loyola rompió moldes y gano batallas sin complejos, con firmeza en sus creencia y en los compromisos que asumía. Loyola era valiente y comprometida en la política y en
Presumía Loyola de que por sus venas corría sangre cubana, y del amor que le habían inculcado por
De la peripecia de nuestra visita a Cuba se ha escrito mucho, pero han pasado muchos años y bueno será recordar algunos detalles del viaje.
En el aeropuerto José Martí en La Habana, Loyola fue separada del grupo por un militar cubano: "-Senadora, usted puede acompañarme a la sala de personalidades". Loyola le interrumpió de inmediato "- Perdón general, yo he venido en el grupo y allí donde yo vaya, van todos los demás". Y allí fuimos todos, a
Muy pronto, la cabeza fría, dejo paso al temperamento y a la lengua afilada de la senadora que les “cantó las cuarenta” a los tres generales y toda la tropa que, violentamente, nos saco de
Loyola pudo aprovechar la situación para aumentar la popularidad que aquel incidente le proporcionaba, pero al llegar a Barajas, ante una enorme nube de reporteros y cámaras de TV Loyola declaró: "Golpearon a todos, pero en honor a la verdad, a mi me sacaron en “ volandas “ mis pies no tocaban el suelo, pero los golpes se los llevó ella." .Todas las cámaras se volvieron hacia mi y mi foto con la boca hinchada y el labio partido apareció en todos los medios.
Loyola fue nuestra valedora, ante embajadas e instituciones, denunciando los abusos del gobierno cubano
Jamás dejó de asistir a cuantos actos en favor de la democracia y los derechos humanos se convocaban. En Miami, se sumó a la manifestación en favor de los presos políticos cubanos que convocamos tras la primera condena del régimen cubano en Ginebra. Presentó mi libro “Cuba, El abrazo imposible. Cartas a Alde". Escribío múltiples artículos en favor de nuestras actividades de derechos humanos y fue una amiga entrañable, mía, y del presidio histórico de mujeres.
Cuando publiqué “Son de Cuba”, ya había sido nombrada Vice Presidenta de
Deprisa se me mueren los amigos,y en cada obituario que escribo, me hago la misma pregunta: ¿Señor, porque siempre llamas a uno de los nuestros? No te das cuenta de lo que aun falta por hacer? Y me viene a la memoria aquella frase: "Y si no somos nosotros ¿Quien? Y si no es ahora, ¿Cuando?"
Que pena, Dios, ¡que pena!