06 agosto 2007

El discurso del homenaje del Grupo Hojiblanca del 26 de julio de 2007

"VA POR TI, LOYOLA"

TEXTO DE LA PRESENTACIÓN DEL HOMENAJE A LOYOLA DE PALACIO

En memoria de Loyola de Palacio, noble mujer, buena política y mejor persona
El pasado 13 de diciembre de 2006 fallecía Loyola de Palacio, mujer comprometida con la agricultura en general y el olivar en particular, primer frente de batalla que tuvo que liderar cuando fue nombrada ministra de Agricultura en la primavera de 1996.
Incansable trabajadora, siempre estuvo intensamente dedicada a todos los menesteres y encomiendas de las que fue protagonista. Todos recordamos incluso su asistencia a manifestaciones convocadas por los olivareros españoles en defensa del olivar español, como la del 31 de mayo de 1997 en Madrid, la mayor jamás realizada por este sector. También recordamos cuando invitó al entonces comisario de Agricultura, Franz Fischler a conocer el olivar y la importancia económica y cultural que tenía para nuestra tierra; nadie olvidará el la imagen del austríaco comiéndose una aceituna cruda en Córdoba. Y otras tantas gestiones que realizó porque era consecuente con una de sus frases más significativas: “La única batalla que se pierde es la que no se da”. Todo ello ayudó a conseguir una organización común del mercado del aceite de oliva, que diez años después, ha variado relativamente poco en la asignación presupuestaria para el olivar español.
Hoy, diez años después de aquellos acontecimientos, queremos recordar la figura de Loyola, entre otras cosas porque tuvimos el honor de recibirla en esta casa el 3 de diciembre de 1997, fecha en la que puso además la primera piedra de la hoy planta de envasado Reina Sofía. Fue ese día en el que se institucionalizaron los Premios Hojiblanca a la Calidad, cuyo primer acto de entrega presidió.
Loyola de Palacio del Valle-Lersundi nació en Madrid el 16 de septiembre de 1950. Licenciada en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid, era también doctora honoris causa en Economía Marítima y Transportes por la Universidad de Génova.
Su relación con la política comenzó a los 27 años, cuando se convirtió en la primera secretaria general de Nuevas Generaciones. Fue senadora y diputada durante varias legislaturas, en las que desempeñó la portavocía adjunta hasta 1996 cuando José María Aznar la nombra Ministra de Agricultura, Pesca y Alimentación en el primer gobierno del Partido Popular tras ganar las elecciones generales celebradas ese año.
Fueron años entre cuyos asuntos tuvo que gestionar la OCM del aceite de oliva, finalmente aprobada por el Comunidad Europea en junio de 1998. Un año más tarde deja el ministerio para encabezar la lista de su partido en las elecciones al Parlamento Europeo.
Ese mismo año, 1999, es nombrada vicepresidenta de la Comisión Europea –primera mujer- responsable de las Relaciones con el Parlamento Europeo y comisaria de Transportes y Energía, cargo que desempeñó hasta 2004.
Desgraciadamente, a finales de agosto de 2006 se le detectó un cáncer avanzado y a pesar de los esfuerzos realizados y los intensos tratamientos, el Señor la llamó a su seno en diciembre pasado en Madrid, forma inesperada, una noticia que conmovió profundamente a España.
Todas las reacciones se pudieron resumir que las declaraciones de un político que la calificó como lo que fue: mujer extraordinaria, comprometida y valiente.

Entre las notas que caracterizaron a Loyola de Palacio en el transcurso de sus días merece especial mención la firmeza de sus convicciones y la transparencia de sus comentarios que siempre invitaban a la credibilidad de sus palabras. También cabe destacar el espíritu “combativo” a la hora de defender sus ideas sin mostrar por ello el más mínimo temor al “qué dirán”.

Hoy, aquí, el Grupo Hojiblanca quiere recordarla con este sencillo acto. Va por ti Loyola