14 marzo 2007

Una carta al director: Loyola, Inolvidable

CARTAS_OPINIÓN

a Loyola de Palacio

Pilar Pérez Rodríguez/Pamplona


El jueves 14 de diciembre, desayuné con la noticia de la muerte de Loyola. No sabría decir por qué me caía tan bien.

Tenía la sonrisa de esas gentes que te hacen tener esperanza y que transmiten que la generosidad y la fe están para ejercitarlas.

Lo que conozco de su vida me hablaba de un corazón enorme, de una mujer valiente que valoraba la familia, que sabía querer de uno en uno y que había hecho de su existencia un camino al servicio de los demás.

En ella es fácil comprender que lo de vivir coherentemente es posible tanto en la vida privada como en la pública. Y me quedo con su testimonio de buena hija y buena hermana. Gracias por tu ejemplo, Loyola..