Blog (autorizado y oficial) de una política vasca, española y europea.Fue Ministra de Agricultura de España y la primera española en ser vicepresidenta de la Comisión Europea.Su frase:"LA ÚNICA BATALLA QUE SE PIERDE ES LA QUE NO SE DA"
- Loyola de Palacio, vicepresidenta de la Comisión Europea, participó en la jornada "Diálogos sobre Europa. El sentido de la reforma institucional", celebrada en la Universidad de Navarr
| Según Loyola de Palacio, el Tratado de Niza es imprescindible para poder discernir cómo será la UE en el futuro. | |
"El problema de la inmigración que vemos en la Unión no es más que la fiebre de un mal mucho más grave. La situación proviene de muchos países del mundo donde hay un gran nivel de pobreza, de falta de educación y de falta de desarrollo que no es, bajo ningún concepto, tolerable. Occidente tiene que tomarse muy en serio la cooperación con dichos países". Así lo aseguró Loyola de Palacio en la Universidad de Navarra. La vicepresidenta de la Unión Europea intervino en la jornada 'Diálogos sobre Europa. El sentido de la reforma institucional', organizada por la Red de Información Europea en Navarra, en colaboración con la Comisión Europea, el Gobierno foral y el centro de Estudios Europeos la Universidad de Navarra.
Loyola de Palacio aprovechó la invitación del Gobierno de Navarra para dialogar sobre el futuro institucional de la Unión. Así, la ex ministra de Agricultura, Pesca y Alimentación explicó que "la cumbre intergubernamental de Niza proporciona un pretexto para estos encuentros: los Diálogos sobre Europa. El Tratado de Niza era una nueva oportunidad para resolver los asuntos que no se decidieron en las Cumbres de Maastricht y Amsterdam".
La jornada universitaria celebrada en Pamplona se enmarcó dentro de otros 200 debates que ya se han celebrado en toda Europa para discutir el futuro de la UE. "Europa somos todos, y esto lo tienen que comprender los ciudadanos europeos", aseguró.
Según De Palacio, el Tratado de Niza, que se ratificará en 2004, es imprescindible para poder discernir cómo será la Unión en el futuro, "porque nos abre las puertas a la ampliación. No obstante, es un Tratado que se queda modesto en algunos aspectos. En Niza se ha avanzado en terrenos como el tamaño de la Comisión, la ponderación de voto del Consejo y la ampliación de materias que serán aprobadas por mayoría cualificada. El presidente de la Comisión también reforzará sus poderes".
Cuatro asuntos pendientes
Para la vicepresidenta de la Comisión todavía quedan por resolver cuatro asuntos: "La aprobación de la Carta de Derechos Fundamentales que, en Niza, tan sólo ha sido proclamada; la simplificación de los tratados vigentes; el reparto de competencias y de las materias de cada una de la instituciones para poder definir mejor el principio de subsidiariedad; y poder potenciar el papel de los parlamentos nacionales en la construcción europea".
"El futuro de la UE -continuó- se encuentra en las generaciones más jóvenes, que no vivieron la Segunda Guerra Mundial. La amenaza de la guerra ha desaparecido. La memoria de las generaciones jóvenes de la UE de estos hechos es una memoria leída o estudiada, no vivida".
En la jornada europea de la Universidad de Navarra intervinieron también el rector, José Mª Bastero; el consejero de Economía y Hacienda del Gobierno foral, Francisco Iribarren; el director general de Economía, José Ángel Zubiaur; el parlamentario europeo Javier Pomés (PP); el embajador de Hungría en España, Pál Varga; los senadores por Navarra José Iribas (PP) y Carlos Chivite (PSOE); y el director del Centro de Estudios Europeos de la Universidad de Navarra, Enrique Banús.
| publicado el Jueves, 11 de mayo de 2000 |  |
En aquellos momentos, Robert Schuman no cumplía un acontecimiento rutinario de los usos diplomáticos vigentes hasta entonces, porque su propuesta saltaba la barrera infranqueable de los acuerdos bilaterales entre naciones -donde nadie renunciaba a determinados abandonos de soberanía- para implantar una institución superior capaz de regular las dos industrias francoalemanas de armamentos. Esta nacía con vocación de «realizar las primeras bases concretas de una Federación Europea indispensable para la preservación de la paz».
Se obtenía una cláusula de paz, en primer lugar, cuando todavía el rescoldo de la II Guerra Mundial alumbraba bajo las ruinas de las ciudades destruidas seis años antes, pero además, se proponían, por encima de las fronteras, acuerdos plurinacionales, aceptados por los representantes parlamentarios de todos los países, dispuestos a delegar parcelas de su propia soberanía en una organización común, con atribuciones para lanzar directivas que debían ser aprobadas por las naciones participantes en el conjunto.
Desde entonces, Europa ha crecido como identidad superior gracias a la buena voluntad de los estados que firmaron los Tratados de Roma, de Maastricht y de Amsterdam, además del Acta Unica, etapas todas ellas convergentes, para asociarse en una figura sin precedentes dentro del Derecho político, a la que hoy todavía no se le ha encontrado etiqueta jurídica de entendimiento universal. La anterior Conferencia Intergubernamental, con gran modestia, habló de una Europa sui generis y, todavía esperamos los europeos que esta formidable masa de recursos y culturas llamada Europa encuentre en el diccionario político su propia autodefinición.
El original camino abierto en la Declaración del 9 de mayo de 1950 encierra un método de trabajo, que posiblemente sea su más precioso legado, y que debemos recordar cuando Europa se encuentra en un momento crítico ante el fenomenal acontecimiento de la gran ampliación pendiente.
Hace 50 años Robert Schuman decía lo siguiente: «Europa no se realizará de golpe, ni tampoco como una construcción conjunta. Europa se hará por realizaciones concretas, destinadas en primer lugar a una solidaridad de hecho». Era la táctica del paso a paso, la que nos enseñó Robert Schuman para sostener de manera simultánea el crecimiento de la solidaridad y, a la vez, frenar las imprudencias que algunos impacientes, tan llenos de buena voluntad como de escaso sentido, pretendían cambiar con tácticas de aceleración.
Es seguro que la Unión Europea tendrá que reformar las reglas que han servido para reagrupar los seis países del Tratado de Roma en los 15 actuales, y ahora debe afrontar de nuevo las tres grandes cuestiones, llamadas con razón «los residuos de Amsterdam», para poder encajar en el marco institucional a los nuevos países, todavía hoy candidatos, pero destinados a terminar con un sillón en el Consejo de Ministros de la Unión Europea.
Sobre esta cuestión no caben ambigüedades ni trapisondas, porque todos ellos tienen la voluntad de unirse a sus hermanos que se libraron del dominio soviético y han alcanzado una espléndida prosperidad.
Puesto que todos estamos de acuerdo en abrir la actual Unión Europea a nuevos miembros, me parece indispensable recordar, cuando se cumplen 50 años de la Declaración de Robert Schuman, que la construcción europea debe realizarse con prudencia, con un cuidadoso ritmo de la marcha paso a paso, porque haríamos un flaco favor a los nuevos miembros adheridos, por un lado, y a la total organización del actual Grupo de los Quince, si impusiéramos la precipitación en los procesos de adhesión.
La Europa al borde del siglo XXI no es la Europa de la posguerra mundial y, por lo tanto, nuestros problemas futuros son diferentes a los que Robert Schuman soportó cuando hizo su propuesta hace 50 años.
Es cierto que las diferencias políticas son enormes entre 1950 y el año 2000 y que ahora serán más fáciles ciertas cosas que entonces eran terribles, ya que en nuestro tiempo no son los problemas de la paz y de la guerra entre sus países miembros los que tratará de remediar la Unión Europea del siglo XXI, sino el ajuste leal entre los Quince y las conversaciones con la larga lista de aspirantes a ser socios del club.
Es otro orden de dificultades el que nos aguarda... a partir del 2002, pero personalmente no creo que sean insuperables, ni que puedan desembocar en el fracaso. Cuando Robert Schuman hizo su propuesta de unión entre las industrias del carbón y del acero de Francia y Alemania fue calificado por determinados políticos franceses como el conductor de un «complot legal». Medio siglo más tarde los que acusaban a Schuman sólo podrían pedir perdón por tanta ceguera y tanto odio.
A nuestra generación le queda protagonizar la segunda parte del proceso y, esperamos haber aprendido las lecciones de Robert Schuman. Europa sabe que puede hacerlo a la sombra de unas banderas que pregonan como lema europeo la «unidad en la diversidad». Así queremos ser, unidos y diversos.
Loyola de Palacio es vicepresidenta de la Comisión Europea.
 | Miércoles, 7 enero 2004 |
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MEDIO AMBIENTE
Loyola de Palacio llega el día 9 para inaugurar las seis casas del ITER
EL DÍA, S/C de Tenerife
La dirigente del Partido Popular y vicepresidenta de la Comisión de las Comunidades Europeas del Transporte y la Energía, Loyola de Palacio, estará en la Isla el próximo día 9 de enero, invitada por el Cabildo de Tenerife, para inaugurar las seis primeras viviendas bioclimáticas que el Instituto Tecnológico y de Energías Renovables (ITER) ha construido en el Parque Tecnológico de Granadilla.
Estas seis casas constituyen el final de una primera fase, sobre un total de 15 unidades previstas, que estarán situadas en unos terrenos cercanos a la costa, a lo largo de un barranco seco. La zona se ha elegido atendiendo a sus óptimas condiciones climatológicas, tales como vientos del noroeste casi constantes; gran asoleamiento, además de escasez de lluvias y aridez del territorio.
Por otra parte, el lugar está cercano al mar, lo que facilita poner en práctica experiencias de desalación del agua a partir de la utilización de energías renovables.
Además de una política de raza, que siempre ejerció su profesión como un servicio a la sociedad, Loyola tenía una serie de aficiones a las que se entregaba con pasión. Era una verdadera atleta. Y también una gran pintora. En la fotografía aparece haciendo senderismo por el río Umia en el verano de
Sevilla, 15 de enero de 2009
| Lunes, 29 de junio de 1998 | |
Con toda objetividad y, sin emplear otro argumento que los números y las cuentas claras, hay que recordar que si la Unión Europea hubiese aprobado en 1996 la propuesta inicial de ayuda al árbol del comisario Fischler, España habría recibido 125.000 millones de pesetas como ayuda a las 500.000 toneladas que, según los contables de Bruselas, nos correspondían.
Nuestra protesta, que algunos han podido calificar de apasionada, pero que me permito recordar fue de gran utilidad, permitió aparcar la iniciativa de la ayuda al árbol y restablecer la ayuda a la producción en la propuesta del comisario Fischler de marzo de este mismo año, donde, según las estadísticas manejadas por los gabinetes bruselenses, nos correspondían como Cantidad Nacional Garantizada para España 625.000 toneladas, después de haber corregido con diversos retoques la de 565.000 toneladas que en un borrador filtrado nadie sabe por quién, se nos había asignado.
Con retoques o sin ellos, los datos seleccionados por la Comisión Europea se apoyaban en las cifras del olivar español durante el más largo periodo de sequía padecido por nuestros campos durante el siglo, en un trabajo de maliciosa estadística, aunque fuese aritméticamente correcto, porque las lluvias caídas sobre nuestro país en las dos últimas campañas han demostrado que los números no se ajustaban a la realidad española en condiciones normales de pluviometría, como si alguien quisiera condenarnos a la cadena perpetua de medir nuestros derechos con arreglo a coeficientes de años en que no había caído una gota.
En estas condiciones, se abre el Consejo de Ministros de Luxemburgo de la pasada semana.
Nosotros teníamos asignadas 625.000 toneladas de Cantidad Nacional Garantizada, según los cálculos de la Comisión, y era necesario luchar para que el Consejo admitiese un cambio en la estadística de base que, en lugar de apoyarse en los cálculos de la Comisión, lo hiciese sobre las tres últimas cosechas. Y conviene recordar a ciertos desmemoriados que en su momento aceptaron sin rechistar que Bruselas nos impusiera en otros cultivos estimaciones basadas en años de sequía, que, por primera vez, se acepta el argumento de que semejante anormalidad meteorológica no puede mantenerse con carácter eterno.
El Consejo de Ministros de Agricultura acepta esta vez nuestra denuncia para abrir su debate interno a la realidad olivarera española, muy por encima de las 625.000 toneladas, punto de partida en Luxemburgo.
En aquel momento, empieza la larga semana de Luxemburgo, durante la cual se multiplican las sesiones restringidas del Consejo de Ministros, en las que sólo están presentes el titular y un técnico, y los encuentros, allí llamados bilaterales, donde el presidente del Consejo, en la ocasión el ministro británico de Agricultura, J. Cunningham, y el comisario, Franz Fischler, reciben al titular de un país miembro, prácticamente a solas, para ajustar las ofertas posibles a las peticiones de los demandantes.
Son entrevistas de una gran tirantez, porque siempre aparece una diferencia entre las cifras manejadas, todo ello mientras el reloj sigue su avance.
La primera propuesta que España recibe el martes pasado por la tarde es de 675.000 toneladas, una cantidad inaceptable para nuestro país, porque estaba muy lejos de la media real de las tres últimas campañas que nuestra delegación había establecido como base de negociación, para oscilar alrededor de ella en el resultado final.
Al día siguiente se distribuye un documento de negociación con 709.000 toneladas, que también rechazamos. La situación es durísima al denunciar alguno de los países productores que sólo se hacen propuestas que benefician a España, mientras alguno de los del norte cuestiona el aumento del presupuesto en casi 12.000 millones de pesetas que supone esa concesión.
Las reuniones bilaterales se multiplican, y la tirantez va en aumento ante lo que algunos califican de demandas «insaciables» de la delegación española.
Simultáneamente, algunos ministros de países no mediterráneos me transmiten su solidaridad y su voluntad de que encontremos una solución aceptable para nuestro país. Francia, con quien además compartimos la común defensa del sector platanero europeo, resulta un aliado leal.
Al día siguiente la nueva propuesta se concreta en otra oferta de 740.000 toneladas, igualmente considerada insuficiente por nuestra delegación y, tanto la Presidencia como el comisario, cuya colaboración ha sido decisiva, nos anuncian que ya el margen es prácticamente nulo.
Sin embargo, un último empujón, el más complicado y tenso de todos, ya en la madrugada, sitúa la cuota española en las 760.026 toneladas que acaban incluidas en el documento final de clausura.
Habíamos empezado con una Cantidad Nacional Garantizada de 500.000 toneladas en junio de 1996, habíamos pasado por la de 565.000 en febrero de 1998, que en marzo se transformaban en 625.000, para subir a 675.000 toneladas el 23 de junio. Luego 709.000 toneladas la mañana del 24 que se aupan hasta las 740.000 el mediodía del 25 de junio y culminan en las 760.026 toneladas de la madrugada del 26 de junio.
Este ha sido el itinerario de un largo combate, cerrado con la ayuda más alta jamás obtenida por el olivar español por parte de Europa y que cuesta trabajo no considerar claramente positivo.
Creo que hemos servido al olivar español y creo también que el olivar español se merece el reconocimiento a su trabajo, para conseguir en cada cosecha ese puro milagro que es el aceite.
Loyola de Palacio es ministra de Agricultura.
| 24 April 2003 | Meeting of the IRU General Assembly (AG) |
Mrs. Loyola de Palacio
Vice President of the European Commission, In charge of Transport & Energy
Cooperation between the IRU and the public sector
I should first of all like to congratulate the IRU Delegation on its 30th anniversary, and at the same time pay homage to the IRU for having, for a very long time already, understood the importance of good cooperation between the public sector and the private sector in order to achieve good rules concerning the organisation of the road transport market.Good cooperation is the best guarantee of the implementation of solutions that are effective and lasting.
Of course, our points of view have not always been identical. However, even where our opinions differed, your opinion and your experience have nevertheless had an impact on the way in which the Commission has developed its policy and Parliament and the Council have subsequently taken their decisions.I wish to confirm here and now my hope to see this constructive exchange of views and information between the IRU and the Community bodies continue in the same way in the future.
Society needs road transport
If there is another message that I would like to pass on, it is that our society needs road transport services.It is too easy to criticise road transport for its adverse impact on the environment, for the congestion which it creates, for the noise which it causes and for the road hazards to which it contributes, but the fact is that in our private and professional activities we depend more or less all the time on the work done by road hauliers.
For their supplies and their mobility needs, companies and citizens depend to a very large extent on the services offered by road hauliers.
Your extraordinary success in terms of growth, employment, efficiency and competitiveness, which has done much to contribute to the development of the internal market, shows just how essential your profession is to the functioning of the EU.
Road charging
On several occasions already, the Commission has given its views about the establishment of an efficient transport infrastructure charging. This is one of the important aspects of the common transport policyThe situation differs enormously from one country and mode of transport to another. For example, some countries charge tolls, others levy user charges and others make no charge whatsoever. In the case of road transport, fuel excise duties are levied - sometimes at very high rates - while for some other modes there is no such charge. The levels of the annual vehicle and fuel excise taxes also differs significantly from one country to another. What is clear is that these differences result in the malfunctioning of the internal market and distort competition within the transport system.
I consider that Community action should therefore have the objective of harmonisation of the rules and the establishment of a common charging framework for transport infrastructure use which takes account of the real costs caused by transport operations, establishing MAXIMUM LEVELS.
The objective is not to collect new revenue for the State but rather to provide good economic incentives for transport operations. In particular, the Member States will be offered the possibility of offsetting the introduction of charging by reducing other taxes or costs.
I expect a great deal from this new transport infrastructure charging system. In combination with other measures concerning trans-European networks, transport research and development, rail improvements, promotion of combined transport, and the establishment of technical and environmental requirements and action plans aimed at improving transport safety, this charging system can help to make the transport system sustainable.
We need more roads in E.U.
In any case, I will not accept “rents arising from geographical position.Enlargement
For European industry, the enlarged EU should be regarded as an opportunity. To some extent, industry has already anticipated enlargement. This is reflected in the flow of trade and investment. The economic integration process will be further strengthened once enlargement has become a reality on May 1, next year. A bigger market, a greater choice of products and more consumers will enable European industry to extend its activities.First of all, identical fears were raised before the accession of Spain, Portugal and Greece to the EU. We now know that they were unfounded.
Secondly, the Commission has made efforts to ensure that accession will only take place if all the Community acquis has been accepted and transposed by the candidate States. To be sure, they have allowed some transition periods, but they are limited in number, and in duration, and their scope is restricted in almost all cases to domestic transport.
Road hauliers in the candidate countries will have to apply all the Community acquis as from the date of accession. This will result, for a whole year, and probably beyond 1 May 2004 in an increase in the cost of their operations. The difference between the cost levels will be reduced accordingly.
Apart from the formal transposition of the acquis, considerable attention has been paid to verifying the administrative capacity of the candidate States to apply Community provisions and monitor compliance with these rules. In the months ahead, Community experts and experts from the Member States will carry out on‑the‑spot verifications in five candidate States and will help the candidate States complete this task.
However, at the same time, fears are being expressed about the impact on the economy of the 15 Member States of the 10 new Member States, in particular in view of the large difference in production and labour costs. These fears have been expressed vigorously in the case of road transport. Nevertheless, it seems to me that they are somewhat overestimated to a certain extort, for several reasons.
In addition, competition is not exclusively based on rates. Competitiveness depends also on other factors such as the quality of service, innovation, the extent of the supply, geographical proximity, trading relations, etc.
Also, the integration of the new Member States will stimulate trade and consequently transport.
Finally, I should like to mention in this respect that the Act of Accession provides for the application of safeguard measures of a general nature, the possibility for the Member States to limit the free movement of workers for a period up to seven years and the possibility for the Member States to protect their national transport market by prohibiting "cabotage" by companies established in the new Member States for a period of up to five years.
To my way of thinking, all these arguments, while not dispelling the fears certainly put them into perspective.
Let me turn now to road safety.
Road Safety
The Road Safety Action Plan
This action programme, which has as subtitle: ‘Reducing by half the number of road fatalities in the European Union by 2010: a shared responsibility’, is expected to be adopted by the Commission in the coming month. It will be published and widely disseminated. Subject to final approval by the Commission the main elements are as follows:With a view to achieving the general objective mentioned in the subtitle, the programme centres around three objectives :
Enforcement of the social rules for professional drivers
Social rules have an impact of safety. We are considering eventually measures to improve enforcement of the existing rules for professional road transport on driving, resting and working time. This could eventually be done through the revision of Directive 88/599 on standard checking procedures for the implementation of the social legislation. The initiative will be part of an enforcement package also consisting of a directive dealing with enforcement in the field of road safety in general. An information paper on this has been submitted by the Commission to the social partners in the transport sector for comments.
However this will be done under the angle of safety, I am not responsible for social matters.
Tunnels
In the White Paper mentioned before, the Commission stressed the need to consider a European Directive on the harmonisation of minimum safety standards to guaranty the conditions for a high level of safety for the users of tunnels, particularly those which are part of the Trans-European Transport Network.
The Commission has thus adopted on 30 December 2002 a proposal for a directive along the following lines:
The proposal encompasses the main technical and operational safety-related aspects such as:
The proposal is now well under discussion in Parliament and Council and I hope that they will be able to handle it rapidly.
Conclusion
To conclude, I should like, to congratulate once again the IRU Delegation in Brussels for the thirty years of work accomplished in close cooperation with the Community authorities.I should also like to wish the IRU Delegation a long life at the service of the profession and express the wish that it can continue, and even intensify this work in the interest of carriers, citizens and the society at large.
El acto, celebrado en el Edificio de la Comisión Europea, comenzó con una introducción a la figura de Andrés Laguna, precursor de Europa, por D.Antonio Horcajo Matesanz, presidente del Centro Segoviano de Madrid.
En su discurso de agradecimiento , Loyola de Palacio resaltó la figura de Andrés Laguna como un hombre claro, directo, que expresó sin miedo su lamento por la tétrica situación europea que tuvo que vivir. Realizó una seria reflexión sobre la relevancia y necesidad de la convivencia en Europa; tarea sobre la que la agricultura ha sido el más firme ejemplo, como política común, en la Unión Europea.
Por desgracia, no pudo volver.De Palacio disfrutó hace unos días de una tremenda paella en la casa que los hermanos Fermín y Cristina Borrás tienen en esa parroquia boirense y estuvo acompañada por su hermano Pepe y la esposa de éste, Pilar, que es notaria en Cáceres.
Es la segunda escapada que la comisaria europea hace a Boiro en las últimas semanas y se espera que vuelva en septiembre. No se extrañen si la ven por Boiro tirándose de cabeza al mar o haciendo submarinismo, porque es lo suyo.
Blanca Ricoy y De Palacio se conocen desde la más tierna infancia. Que lo sepan. La comisaria ya veraneaba a los cuatro años en Abanqueiro, donde sus padres habían alquilado una casa. Las dos tienen un amigo común del que luego les hablaré y que ustedes conocen muy bien.
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2003
ROMA, Italia (EFE).—La vicepresidenta de la Comisión Europea y responsable de Transportes y Energía, Loyola de Palacio, hizo hincapié en que la UE debe "insistir en la diversificación energética" para superar la dependencia del petróleo.
De Palacio hizo esa declaración ante la prensa tras participar, junto a ministros de Industria de Europa y la ribera sur del Mediterráneo, en la presentación de la Plataforma Euromediterránea de la Energía (REMEP), que tiene como objetivo suministrar apoyo técnico a las políticas energéticas de los países de la cuenca.
La comisaria se mostró partidaria de que la UE apueste por el ahorro de energía, pero también por las renovables e incluso la nuclear.
Respecto al Protocolo de Kyoto, De Palacio dijo que "estaré encantada cuando vea" la ratificación por el Parlamento ruso de la decisión del Gobierno de Vladimir Putin de adherirse a ese acuerdo internacional para reducir las emisiones contaminantes.
En relación con el continuo alza del precio de los carburantes, derivado de la subida del petróleo, De Palacio afirmó que "es mejor actuar sobre el IVA, aunque la decisión corresponde" al Consejo de Ministros de Economía y Finanzas (Ecofin)
En Francia, el Gobierno ha decidido introducir descuentos fiscales sobre el gasóleo en favor de los transportistas, iniciativa sobre la que la comisaria ha subrayado que "una intervención de ese tipo no puede ser unilateral y hace falta una unánime del Ecofin".
La REMEP es un organismo que tendrá sede en Roma y que, según De Palacio, para el bienio 2005-06, contará con un presupuesto de 45 millones de euros.
En concreto y entre otros conceptos, catorce millones de euros serán para proyectos de redes en la cuenca mediterránea; 5.6 millones de euros se destinarán a estudios y análisis para el mercado magrebí de la electricidad; 2.4 millones para la colaboración palestino-israelí en materia de energía y otros cinco millones para proyectos sobre Egipto, Jordania, Siria y Líbano.
Por su parte, el ministro italiano de Industria, Antonio Marzano dijo que, aparte de los países europeos y mediterráneos presentes, tanto el Banco Mundial como el Banco Europeo de Inversiones han expresado su disponibilidad a colaborar con el nuevo organismo.
La REMEP es una iniciativa aprobada por una declaración en diciembre del año pasado y que hoy en Roma ha visto la luz con un estatuto propio.
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De Palacio ha viajado este fin de semana a España para acudir a la manifestación que tuvo lugar el sábado en San Sebastián en repulsa por el "nacionalismo obligatorio", una cita "que acogió a más de 100.000 personas, que acudimos con la sensación de alegría, de alivio y, sobre todo, con unas ganas terribles de gritar libertad contra la opresión que se siente en el País Vasco cuando no eres partícipe de la ideología nacionalista. Fue precioso porque allí estábamos vascos, navarros, madrileños, catalanes, socialistas, populares, comunistas, religiosos y ateos…, y todos queriendo ser libres".
Y es que, según la comisaria Europea, "la gente salió a la calle no como un acto reflejo tras un atentado, como protesta o como un signo de rabia e indignación, sino que la gente quería protestar por el nacionalismo que les engaña y les coarta porque el Gobierno vasco, la cúpula del PNV está desolando a aquellos que confiaron en este partido como una organización democrática y de orden. Gobiernan tan sólo para un parte de los vascos, y a los demás les olvida y les ecluye. Ibarretxe no tiene como objetivo luchar contra ETA, ni defender la Constitución como dijo cuando fue elegido Lehendakari, sino que busca la soberanío o la independencia y yo no sé a quién intentan engañar. La elucubración de hacer el País Vasco una Nación Libre asociada a España diciendo que así podrá defender los derechos vascos en Europa es una realidad que no existe ni se contempla en los tratados de la UE. Es algo imposible".
Sobre todo, explicó Loyola de Palacio, porque en los Consejos sólo acude un consejero como representante por cada Estado miembro que habla en nombre y por los intereses de su Estado. Sólo existen dos excepciones: Alemania y Bélgica que, por su estructura estatal, son estados federales, permiten que en materia de Cultura y Deporte acuda un representante de alguno de sus estados pero siempre defendiendo los intereses del conjunto de su país.
"El PNV, con tantas mentiras, pretende llegar al País Vasco al abismo y creo que Ibarretxe camina en una senda muy peligrosa. Tiene, debe rectificar", apostilló la ex ministra de Agricultura, quien señaló además que por primera vez, desde que se acabara la dictadura, volvieron a ondear banderas españolas en los balcones de San Sebastián, "para dejar constancia de que nos deben dejar ser lo que queramos ser". Solo faltó Odón Elorza, "pero él tendrá que rendir cuentas ante sus electores. Yo sí estuve allí".
Y mientras en España se habla de autodeterminación, en la UE se habla de ampliación ya que en Irlanda también este fin de semana se ha aprobado por referendum la entrada de otros 10 países miembros a través del del Tratado de Niza.
"Esta amplaición al centro y este de Europa es necesaria porque significa la reunificación del continente dividido tantos años por el telón de acero. Y España se beneficiará de esta situación. No hay que temer nada. Además, estos nuevos miembros tienen tanto derecho como nosotros a beneficiarse de la solidaridad de los países más ricos. Los presupuestos y los fondos estructurales y de cohesión están garantizados para todos, tal y como han funcionado hasta ahora hasta, el 2006 a pesar de la ampliación. Después, está claro que habrá que reestructurar los sistemas de financiación y las ayudas. Pero, en lo que debe pensar España no es en seguir recibiendo estos beneficios sino en ir disminuyendo sus diferencias con los países más ricos y dejar de ser uno de los pobres. España debe y puede convertirse en un motor muy dinámico del crecimiento europeo".
De hecho, según comentó De Palacio, España es uno de los países que más crecen, y más rapidamente, de la UE "incluso este año tras la recesión del 11 de septiembre, sigue creciendo por encima de la media. Ahora debe generar más empleo y ser un protagonista de la política europea, porque Europa la hacemos todos, y España puede ser uno de los actores más dinámicos y fuertes a la hora de emprender el diseño de la nueva Europa".
Una europa que, a juicio de la Comisaria, es indispensable y esencial "un desarrollo armónico, y un equilibrio social y torritorial que permita que Europa ser una y fuerte". De ahí que el pricipio de solidaridad, para Loyola de Palacio, sea uno de los pilares fundamentales para la construcción de la UE, para que "al final, haya una sola marcha para los 25 socios y no dos o tres velocidades"
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Especialmente, porque los países más pobres tendrán que hacer frente a un mercado integrado y a la competencia del resto de países de la Unión. Para evitar desajustes, comentó la Comisaria, se ha firmado el Tratado de Niza con el que se intentarán adaptar las instituciones europeas a los 25 países asegurando la misma eficacia.
Por eso, Loyola de Palacio sigue considerando que los Pactos de Estabilidad siguen siendo muy válidos: "Y no sólo lo opino yo, Pedro Solbes, mi colega socialista y Comisario de Economía, considera que hay que mantener el décific 0 y que los presupuestos de España se dirigen hacia ese buen camino. No se puede gastar más de lo que se ingresa. Esto está fuera de dudas porque, para hacer buena política hay que tener una base económica saneada", comentó la Vicepresidenta de la Comisión Europea ante la reunión que Chaves, presidente de los socialistas españoles, va a llevar a cabo con los consejeros de Economía de las CC.AA. para oponerse a este pacto de estabilidad económica.
Dentro de su actuación como Comisaria de Energía, los esfuerzos de Loyola de Palacio van a ir dirigidos hacia la liberalización del sector energético y la regulación de la energía nuclear.
El primero de los puntos servirá, según De Palacio, para que el ciudadano pueda optar por el distribuidor energético que quiera y para que la subida en un 2% de las tarifas -que se corresponderá con la subida del IPC y el crecimiento económico- ponga el tope del precio máximo exigido al consumidor.
