Un peregrino nos ha hecho llegar esta anécdota:
Ayer, mientras esta persona hacía el camino de Santiago, a su paso por Esclavitude (un pueblo próximo a Padrón), entró en la iglesia y se encontró con un padre y un hijo, también peregrinos que estaban hablando de lo siguiente:
-“papá, ¿te acuerdas de que la última vez que estuvimos aquí coincidimos con Loyola de Palacio que estaba haciendo el camino de Santiago?
-sí, es verdad, nos saludó con mucha alegría.
-oye papá, vamos a rezar un padrenuestro para que se ponga bien”.
Y ambos, padre e hijo se pusieron a rezar por Loyola de Palacio demostrando, una vez más, el profundo cariño que toda la gente le tiene y resaltando el hecho de que a nadie deja indiferente cuando la conocen.
Gracias a todos esas personas anónimas de nombre pero conocidas en nuestros corazones.
Loyola de Palacio se está recuperando.
Ayer, mientras esta persona hacía el camino de Santiago, a su paso por Esclavitude (un pueblo próximo a Padrón), entró en la iglesia y se encontró con un padre y un hijo, también peregrinos que estaban hablando de lo siguiente:
-“papá, ¿te acuerdas de que la última vez que estuvimos aquí coincidimos con Loyola de Palacio que estaba haciendo el camino de Santiago?
-sí, es verdad, nos saludó con mucha alegría.
-oye papá, vamos a rezar un padrenuestro para que se ponga bien”.
Y ambos, padre e hijo se pusieron a rezar por Loyola de Palacio demostrando, una vez más, el profundo cariño que toda la gente le tiene y resaltando el hecho de que a nadie deja indiferente cuando la conocen.
Gracias a todos esas personas anónimas de nombre pero conocidas en nuestros corazones.
Loyola de Palacio se está recuperando.