Fue un día como hoy, el 13 de diciembre de 2006, Loyola se fue al Cielo demasiado pronto, demasiado joven y llena de ilusión, esperanza y amor por España.
Hoy, como siempre, la recordamos con gran cariño, echamos de menos sus opiniones, su conversación, su fuerza vital, esa fuerza en la mirada, la determinación con la que se enfrentaba a todo y sobre todo recordamos su exquisito trato con todos.
Loyola es inolvidable y sigue siendo una gran pérdida para una España que cada vez necesita más a personas valientes de principios firmes y ética intachable.
Gracias a todos los que también la recordáis, es nuestro homenaje permanente a una grande del País Vasco, Europa y España.