15 octubre 2010

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Loyola de Palacio, vicepresidenta de la Comisión y comisaria europea de Transportes de la UE
No podemos aceptar 40.000 muertos

- ¿Qué ha cambiado para que Europa apueste por una decidida política común de transporte?

- La política común de transportes ya estaba contemplada en el Tratado de Roma en 1957, pero, hasta 1985, los Estados miembros fueron reticentes a aceptar las propuestas de la Comisión. El cambio sustancial se produjo con el Tratado de Maastricht en 1992, que introduce el concepto de redes transeuropeas. Ese año, el primer Libro Blanco del Transporte ponía el acento en la apertura del mercado de transportes y constituyó un éxito tan rotundo que eliminó cualquier duda sobre la necesidad de una Política Común de Transportes. Por desgracia, la solución de unos problemas suele llevar de la mano problemas nuevos, en este caso, la congestión. La lucha contra el bloqueo de los distintos modos, pero en especial de la carretera, nos ha movido al desarrollo de una nueva política de transportes que, además, sitúe al usuario en el corazón del sistema, y garantice la calidad de los servicios ofrecidos, con una especial atención a la seguridad.