31 diciembre 2009

Cuando en el año 2001 la fallecida comisaria de Transportes de la UE Loyola de Palacio lanzó el reto de recortar a la mitad las víctimas del tráfico

en sólo una década muchos fueron los responsables de diferentes gobiernos que sonrieron mostrando su incredulidad por la desproporción de unos objetivos que entonces se antojaban absolutamente inalcanzables.

El año 2000 había concluido en España con 4.295 muertes contabilizadas hasta 24 horas después de los accidentes y, al menos en nuestro país, todos tenían la sensación de que la cifra era algo así como el fúnebre peaje de la movilidad.

Este 2009 que hoy toca a su fin terminará con poco más de 1.900 fallecidos sobre el asfalto, un 62% menos un año antes del plazo.


enlace a fuente - La Vanguardia

2010 - Feliz Nuevo año a todos los que seguimos este blog


Sabemos que hay un "ángel" que no nos abandona y nos cuida, que el 2010 se convierta en un año dichoso para todos, en el que la bondad prevalezca junto con la paz.

Empezamos una nueva década y aquí seguimos recordando a la mejor política y persona que ha tenido España y Europa.

22 diciembre 2009

Blog oficial de Loyola de Palacio

Este blog es de Loyola y para Loyola de Palacio.

No les quepa duda de que todo lo aquí publicado es real y está aprobado por su familia.

Somos un grupo de amigos que queremos que Loyola sea conocida por la generaciones venideras.

Nos mueve la ilusión de transmitir su legado y sobre todo el deseo de querer que todo el mundo sepa que Loyola estaba siempre alejada de la "pompa" y cerca de la gente que la conocía y la quería por ser cómo era, lo menos importante para ella eran los cargos.

Uno de sus consejos favoritos era "no perder la perspectiva" - eso es lo que acerca los políticos a la gente de la calle que es como ellos porque todos somos iguales dentro de las diferencias.

Loyola y su fuerte personalidad

21 diciembre 2009

Archivo:La tía Loyola con sus sobrinos trillizos

Loyola de Palacio paseando por El Retiro con sus sobrinos trillizos. (EFE) en el año 1999 justo antes de ganar "por goleada" las elecciones europeas.


20 diciembre 2009

Un mes de recuerdo

Un cielo para Europa

COPE - ‎08/12/2009‎
Dicen que fue Loyola de Palacio la que tuvo el sueño de un cielo único europeo cuando era Comisaria de Transportes, de forma que nadie notara cuando se ...

Rajoy, Rato y Mayor Oreja coinciden en Bonn en el congreso que ...

Europa Press - ‎08/12/2009‎
... labor y trayectoria de la ex ministra de Agricultura y ex comisaria europea, Loyola de Palacio, que falleció en diciembre de 2006 a causa de un cáncer.



Loyola, la mejor

14 diciembre 2009

LOYOLA: Nos hemos reunido un grupo de amigos






tu familia organizó una misa discreta, como sois todos. Tras ella y al final de la tarde tus amigos estuvimos juntos, no pudieron estar todos pero pensaron en el significado de tu vida intensa y sabemos que estás en el corazón de cada uno de nosotros, los que te queremos y celebramos tu vida eterna.

un beso al cielo, seguro que te llegará.

12 diciembre 2009

3 años en la memoria


LOYOLA, LA VALIENTE por Hermann Tertsch


HERMANN TERTSCH
In memoriam

LOYOLA, LA VALIENTE

Loyola vino a verme con una inmensa botella de Moët Chandon contraviniendo las normas de la Fundación Jiménez Díaz. Venía encantada, recién llegada quién sabe de dónde como siempre. Era septiembre del 2005 y horas después de que una feliz biopsia constatara que el pedazo de pulmón que me habían quitado sólo albergada alguna siniestra basurilla encapsulada inofensiva, recuerdo de alguna infección propia de la biografía insana de un corresponsal fumador en el Este de Europa. Sus inolvidables dedos domeñaron el alambre, saltó y sonó el corcho y Loyola soltó un brindis teutónico, un “prosit” en voz alta y clara, con esa sonrisa ancha y aquella mirada limpia que siempre han sido para mí esos envidiables y emocionantes signos de vitalidad que Loyola emitía siempre como permanentes gestos de amor a la vida.

La historia se repetía. Treinta años antes había sido la prima Loyola la primera en asomarse también a una cama de hospital en Segovia donde yacía yo con una perforación de estómago de la que salí vivo como siempre con mucha suerte. Allí estaba la jovencita conductora temeraria con mi madre, Felisa, la hermana mayor de la suya, muerta ya, muy joven, también de ese cáncer que acecha en la familia por todas las ramas del árbol.

Allí estaba ella sonriente, vital, optimista, imbatible. La que, desde que éramos muy pequeños en nuestra casa familiar en Deva y en Urrijate, nos sacaba de la cama para insuflarnos vida y actividad, optimismo y curiosidad, para llevarnos a la playa también cuando el monte Arno tendía su capota de nubes sobre las laderas y parecía querer condenar a los niños a no ver el sol. Nos torturaba con la agitación al baño y la inmersión en una playa de Saturrarán, frente a la casa del viejo Areilza, en la que la única de la familia que se atrevía a bañarse con aquellas nubes era ella y todos los que hacían pesca submarina se desviaban discretamente hacia el bar cuando se enteraban de que Loyola saldría de las pozas con más lubinas, pulpos y sargos que nadie.

Loyola era mucha vida y risa. Pero su vocación por sacarnos a los pequeños de la casa para bucear o nadar sólo era una vertiente más de la vocación que tenía por hacernos vivir la vida abierta sin miedos, embustes o refugios gratuitos. Lo hacía en la mar, en el velero y en la pesca y lo hacía en un terreno como el político donde poca gente tan generosa ha desplegado su fantasía, valor, pundonor y energía sin el menor temor sobre las consecuencias de sus actos y palabras por saberse profundamente inmensa en la sinceridad inmediata.

Estaba fascinada con Manuel Fraga Iribarne, un reformador pero ante todo un político con vocación de integración y claridad y proyecto de Estado. Aún estaban lejos unos relativismos culturales y políticos que Loyola detestaba porque los consideraba la antítesis de la tolerancia y una nueva forma de supersticiones políticas y del encanallamiento fácil que sólo desarma a las sociedades frente a los totalitarismos. Loyola detestaba esos determinismos a los que yo entonces me atenía como izquierdista, porque creía en el ser humano y en su esencia y abominaba de los experimentos sociales.

Loyola y yo en los años setenta hablamos mucho de política desde extremos opuestos y yo hoy sé que ella hablaba desde la convicción limpia y yo desde las tablas de las ideas que sujetan al yo y no al contrario. Mis amigos y camaradas por entonces estaban en el Partido Comunista de Euskadi. Mucho nos divertimos y peleamos. Gracias a Dios ganó ella. Al menos entonces. Pero ambos sabíamos, también los demás en la familia, que éramos parte de una España que surgía en pluralidad y que por primera vez consideraba las tragedias de los enemigos de la guerra como dramas propios y que el luto por los muertos de la familia no era otro que el necesario por todos los asesinados en una guerra terrible cuyas cicatrices sólo podían curar con la compasión hacia todos.

Nadie puede imaginar cuánto tuvimos en común Loyola en sus Nuevas Generaciones de antaño y yo, el joven arrogante comunista del EPK, ya lector de Semprún, de Glucksmann, de Solzhenitsin, de Bulgakov y Michnik. Loyola los leyó a todos también. Y ella más que nadie supo desde su amor a la libertad y su rigor hacia la verdad, su devoción para con los hechos, ver cuáles son los mimbres tenues y buenos con los que se teje la convivencia civil en dignidad.

Fue ministra, comisaria europea, política sabía y dura a un tiempo, fiel seguidora de esa convicción si no marxista sí enciclopedista, profundamente ilustrada y liberal de que la mejor política la hacen la aptitud, la competencia, el estudio y la pasión por la gente, por la vida y por la libertad de todos nosotros de crearnos una realidad en la que poder ejercer nuestras ansias de felicidad, nuestro derecho a buscar el amor y la plenitud con la rotundidad que nuestra identidad como seres humanos, como personas dotadas de alma con vocación de trascendencia exige. Disfrutaba a raudales con la vida, con la acción como con el pensamiento que en los últimos años tuvo su quiebro reflexivo.

Esta mujer católica, vasca, española, europea y libre era puro amor a la vida y se convirtió, sin saberlo ni pretenderlo, en ejemplo, como se vio cuando murió.

Mucha mezquindad de quienes temían su honestidad, valentía y brillantez tuvo que retirarse avergonzada. Y el testimonio de reconocimiento demostró lo faltos que estamos de personas de la estatura de ella, de Loyola.

Loyola creía en la política como vocación de servicio. Creía en el ser humano como fuerza inagotable de riqueza, pensamiento y amor. Y creía en la sociedad como estructura en la que la política fomenta la felicidad de estos seres humanos que son en sí mismos el tesoro de la vida inteligente.

Ella celebró varias veces que yo no me muriera y, al final, me hizo ese triste quiebro de irse antes que yo. Pero sé que ella siempre supo que aquello no era el final y a mí me tiene cada día más cerca en esta magnífica fuerza.

Loyola, como todas las otras almas gemelas y amigas que me acompañan en uno u otro momento del paso por esta vida, son mi guía y mi compañía en una singladura que yo no creo ni mucho menos tan breve como nuestras vidas aparentan.

LOYOLA, LA VALIENTE / HERMANN TERTSCH

Número 14 de la revistaCuadernos de Pensamiento Político FAES

05 diciembre 2009

Loyola de Palacio: Batalladora con vocación política sin límite

Ministra de Agricultura con José María Aznar, comisaria de Transportes en Bruselas e incluso vicepresidenta de la Comisión Europea, Loyola de Palacio del Valle Lersundi, madrileña y abogada, fue una 'todoterreno' caracterizada por una gran capacidad de trabajo, una vocación política sin límites y una bien ganada fama de dura y pertinaz batalladora en defensa de sus postulados.

Perteneció a la 'derecha centrada' desde los tiempos de Nuevas Generaciones, de la que fue presidenta en 1977. Entró en el Parlamento en 1986 y en la anterior legislatura fue portavoz adjunta del grupo popular en el Congreso de los Diputados, en colaboración directa con Rodrigo Rato. Soltera y sin compromiso, fue durante muchos años soporte de sus muchos hermanos.

Pese a su fama de mujer dura, de andares firmes y vestimenta austera, quienes la trataron aseguran que poseía una gran sensibilidad. Era también amante del arte en todas sus expresiones y de las caminatas por el campo.

fuente y enlace -surdigital

03 diciembre 2009

Archivo: Premios

Loyola de Palacio elegida “Mujer del año” por la Federación ...

15 Nov 2004 ... Loyola de Palacio elegida “Mujer del año” por la Federación Internacional de Carreteras. euronews : últimas noticias y magacines europeos y ...

01 diciembre 2009

Archivo: Loyola, un ejemplo

Conmoción por la muerte de Loyola de Palacio, figura destacada de ...

Todos sus compañeros recordarán a Loyola de Palacio por el coraje, ... Loyola de Palacio, de 56 años, fue ministra de Agricultura, ...